10 de agosto de 2018

CUADERNO MACRISTA MARCA RIVADAVIA



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A pesar de que el equipo macrieconómico sigue dando fuertes señales a “los mercados”, comprometiéndose ante Madame Lagarc a cumplir con todas las viejas recetas del ideotario neoliberal, los mercaderes e inversores huyen despavoridos.
La pax cambiaria del último mes, lograda por el Totó Caputo a fuerza de liquidar billions dollars (prestados) de las reservas, y tener las tasas de interés más altas del orbe, descansa ya en paz.
La infragestión económica del jefe de la ceomafia, está acumulando tantos records negativos, que cualquier niño de 9 años está en condiciones de colegir que el cuaderno que narrará para la historia este mandato presidencial fallido será marca Rivadavia (el antiprocer endeudador) y no Gloria, ni mucho menos Éxito.  
La rúcula americana rozó los 30 morlacos, el riesgo país supera los 700 puntos, los títulos en bonos argentinos se derrumban, las acciones de las empresas que cotizan en Niu Iorc están por el subsuelo de Wall Street, un derrumbe en cámara rápida con un dejo muy delarruesco.
En este panorama desarbolado justo viene la inspección del Fondo a revisar las cuentas, y se va tornando unánime entre los economistas, el diagnóstico de que no alcanzarán los dólares del préstamo para que el subpresidente pueda terminar con financiamiento su penoso mandato en 2019. 
Tampoco se puede pedir guita afuera, porque los intereses son prohibitivos y convalidarlos desataría un mayor pánico.
De modo que en 2019 se vendrá otro mangazo al dofon.
Chocoarroz Dujovne: vaya acondicionando el baldío de Belgrano Chico con pileta climatizada y jacuzzi donde vive y paga una bicoca de ABL, para invitar a cenar a Madame Lagarc nuevamente.
Esta vez no sobrefacture tanto la dolorosa cuando la presente en Tesorería, porque estamos reduciendo el déficit fiscal primario, y no quedaría bien.  

Y al tiempo que ya se van divisando los icebergs desde la proa del Macritanic, recrudecerá la semana que viene el cuadernoso circo, en el cual se regodea la tríada: ceomafia calabresa-oligopolios comunicacionales y jueces servilletos de Comodoro Pro. 
Quienes como único, indisimulado y declarado objetivo, buscan encarcelar al estilo Lula, a la morocha indómita que tiene el doble o más de votos que todos los peronistas colaboracionistas juntos. 
Incluido el intrépido, y sin miedo al ridículo, Michel Underwood Pichetto, quien debió alquilar (por un bolsito muy módico, son tiempos difíciles) a punteros del massismo residual para que le llenen el teatro bonaerense donde lanzó su risible candidatura. 
No a intendente de alguna localidad rionegrina (pues en su tierra carece por completo de votantes) sino a presidente.
A propósito del amañado, unidireccionado y con probado forum shopping del mani pulite de Comodoro Pro, pego aquí dos notas interesantes. 
Una de Gabriela Cerruti, sobre el cara de piedra jefe de la Ndranghetta argentina, y otra de Bercovich, sobre el cara de Rocca  dueño de la multinacional luxemburguesa Techint, y del testa presidencial, Mindlin.
Helas aquí. 
Cerruti (Revista Noticias)
"Le inició a su padre un juicio por insania hasta hacerlo renunciar a todos sus bienes; mientras la familia lloraba la muerte de su hermana mayor, Sandra, él internó a su hermana menor, Florencia, en una clínica psiquiátrica. Se distanció de su hermano Mariano y puso a su hermano Gianfranco a cargo de los negocios compartidos. Se rodeó de sus amigos del Cardenal Newman y de las relaciones sociales de su madre Alicia Blanco Villegas. Transformó las empresas heredadas de su padre en fondos de inversión, transfirió las acciones de sus constructoras a testaferros e hizo que sus principales socios, su primo Ángelo Calcaterra y su amigo Nicolás Caputo, hicieran lo mismo.
Cambiaron de socios y diseminaron sus valores y propiedades en múltiples fondos de inversión y en empresas radicadas en paraísos fiscales para que sus fortunas y sus negocios resultaran imposibles de rastrear.
Cuando comencé a escribir Big Macri, creí que sería un nuevo capítulo de una saga teñida de los aromas dulces y los colores cálidos del sur italiano. Pero no: hace rato ya que Macri prefiere las márgenes del Hudson. Llegar en jogging y campera Uniqlo a las reuniones en que se habla de miles de millones de dólares es mucho más elegante que andar de traje. Ya nadie besa anillos como en las películas de Francis Ford Coppola ni necesita conocer el Vaticano. Las nuevas generaciones de La Famiglia son budistas, toman clases de respiración y no tienen empresas sino fondos de inversión. Mauricio Macri no quiere ser el hijo de Don Corleone, quiere ser Axelrod.
Para eso, claro, debió matar a su padre. Y para eso no tendrá empacho en matar a su primo Ángelo, y a los amigos de su padre que formaron durante años aquello conocido como la Patria Contratista. Franco Macri deambula a veces como un fantasma por la residencia de Olivos, pero ya no interviene en las discusiones políticas ni económicas. “Ganaron los del Newman, yo ya no manejo nada”, le dice a los empresarios que lo llaman para pedirle que interceda. Pero las maldiciones familiares no son tan fáciles de romper. Y mucho menos cuando son las que construyeron la arquitectura del poder que hoy lo sostiene.
Ángelo es el primo protegido de toda la Familia. Porque es el hijo de la única mujer, porque fue siempre el Primo pobre, el que no compartía los negocios. Por eso Franco dudó cuando de buenas a primeras le anunciaron que compraría IECSA, la joya de la corona de las empresas familiares. Mauricio Macri tenía un plan: iba a ser jefe de gobierno porteño, IECSA era una de las principales contratistas del estado en la ciudad y no quería sacarle esos negocios. Quería otorgarle además la mayor obra de infraestructura de la historia, el entubamiento del arroyo Maldona. Por eso en un pase de magia de papeles y cajas chinas, IECSA quedó a nombre de Ángelo Calcaterra. Nunca nadie vio sin embargo los once millones de dólares que decía que había pagado con la empresa.
Cuando lo entrevisté para el libro El Pibe, Franco Macri me dijo: “ese fue Mauricio con los italianos, me robaron la empresa. Ángelo no tenía la plata para comprarla”.
El año pasado, repitió la maniobra. Ahora la dejó en manos de Marcelo Midlin, el empresario que le presta su Fondo de inversión para arreglar todo lo que no se puede mostrar. Sabía que estaba avanzando la investigación por el soterramiento del Sarmiento y que más temprano que tarde se conocería que IECSA era socia de Odebrecht.
Alejado de la familia, decidido a avanzar si mirar atrás, Mauricio Macri creyó que había aventado los fantasmas. Pero el sábado 4 de agosto se encontró con la novedad: uno de los gerentes de IECSA, Javier Sánchez Caballero, estaba en prisión dispuesto a contar que si alguna vez había tenido alguna relación con funcionarios y políticos era por orden de la familia Macri. Ángelo decidió adelantarse, un poco para proteger a su empleado, otro poco para intentar controlar los daños. Pero la puerta de La Famiglia quedó abierta.
Cuando Mauricio Macri se despertó esa mañana después de soñar que el presidente había desaparecido, se encontró convertido en el hijo de Franco.".

Bercovich (diario BAE)

"El vozarrón de Hugo Chávez resonó en todo el galpón petrolero de Puerto Ordaz, donde más de 300 comensales aguardaban famélicos que terminara de conversar a solas con Néstor Kirchner para empezar a cenar. Corría febrero de 2007. Bajo el calor pegajoso de la ribera del Orinoco, por la tarde, los mandatarios habían firmado acuerdos bilaterales que abrían jugosos negocios para Techint, Pescarmona, Sancor y varias otras grandes compañías criollas. Recién a las once y pico de la noche entraron juntos al galpón. Kirchner iba atrás, sonriendo.

—¡Paolo! ¡Paolo! ¿¡Dónde está Paolo!? —quería saber Chávez.
Cuando por fin lo encontró, lo abrazó y le susurró algo al oído. La relación fluía afectuosa, pese a que ya había pasado más de un año del primer amague del líder caribeño de renacionalizar Sidor (Siderúrgica del Orinoco), la acería que los Rocca controlaban desde la privatización de 1998. Aquella noche, Paolo se deshizo en elogios a la Venezuela bolivariana. En su mesa habló de la oportunidad que representaba el país de América con mayor cantidad de recursos naturales por habitante sin explotar. No solo quería seguir proveyendo a su petrolera estatal sino también invertir en el Amazonas venezolano para extraer diamantes, oro y coltán. Y se frotaba las manos con un proyecto faraónico: el Gasoducto del Sur, por más de 5.000 millones de dólares, que nunca se construyó.
Al año siguiente, el kirchnerista Roberto Baratta empezó a recolectar mensualmente paquetes y bolsos con dinero en el cuartel general de Techint en Catalinas Norte, según el chofer-escribano Centeno, cuyo contenido ratificaron en tribunales el director de Administración de la firma, Héctor Zabaleta, y su lobbista en jefe, Luis Betnaza. Cansado de negociar con Rocca, que pretendía pagar el mineral de hierro a una minera estatal venezolana a la mitad de precio que el internacional pero venderle a la vez a PDVSA sus tubos sin descuento alguno, Chávez había anunciado la nacionalización de Sidor, por la que Venezuela terminó abonando poco más de 1.900 millones de dólares.
La negociación de aquella indemnización se extendió durante todo aquel 2008 y el trato de Chávez hacia Techint fue mucho más benévolo que hacia la petrolera Exxon Mobil, por ejemplo, que cobró la mitad de esa suma a cambio de las áreas petroleras que el bolivariano le exigió devolver en el Orinoco. Rocca también salió mejor parado que los españoles del Banco Santander, los franceses de la cadena de supermercados Casino y los estadounidenses de la eléctrica AES, que debieron entregar sus compañías a cambio de pagos proporcionalmente menores.
Esa exitosa negociación con Chávez es lo que torna menos verosímil la supuesta "extorsión" kirchnerista que denunció como coartada Betnaza el martes, el día de su cumpleaños, en la charla que mantuvo durante varias horas con el fiscal Carlos Stornelli. ¿No hubo beneficios a cambio? Es lo que deberá explicarle esta mañana al juez Claudio Bonadio, cuando preste declaración indagatoria como imputado. Si la nacionalización ocurrió igual, ¿qué compraba Zabaleta con esos bolsos y paquetes que cambiaban de manos en Catalinas según Centeno? ¿El servicio de lobbying del Estado argentino para que la indemnización fuera mayor? Si era así, ¿no se trataba de un cohecho clásico en vez de una extorsión? ¿Pudieron hacerse esos pagos sin que lo supiera Rocca?
Dobles varas
La indagatoria de Betnaza será hoy la segunda prueba de fuego para el incipiente "Lava Jato" argento. La primera, con el primo del Presidente, ya salió mal. Si el juez le cree al gerente marplatense de Techint que lo único que ocurrió fue que lo apretaron y lo deja irse a su casa, como al aterrorizado Angelo Calcaterra y al histórico gerente de SOCMA, Javier Sánchez Caballero, ¿cómo explicará que no extiende el mismo trato a los demás imputados? ¿Cómo justifica por ejemplo la prisión preventiva de Rodolfo Poblete, la mano derecha del dueño de EMEPA, Gabriel Romero, que acudió a Comodoro Py a primera hora del lunes tras haber sido citado el viernes a la noche y se negó a declarar hasta que le mostraran las pruebas en su contra?
Más allá de que las notas sobre los cuadernos en el diario La Nación, que las reveló, no incluyeran mención alguna a Zabaleta, a Betnaza ni a Techint durante los primeros cuatro días del escándalo, ¿cómo explicará Betnaza que Cristina Kirchner haya definido a Techint como "un orgullo para todos los argentinos" en junio de 2008, sonriente al lado de Rocca, si en simultáneo lo extorsionaba? ¿Y que él mismo se haya reunido en secreto con ella en agosto de 2009? ¿Qué hacía el mismísimo Rocca en la quinta de Olivos en noviembre de 2011, con Cristina, celebrando la compra de la mayoría accionaria de Usiminas, por la que también afrontó denuncias de coimas y cobros indebidos de sus socios japoneses?
Encuadernados
Los "encuadernados", como ya llaman en el establishment a quienes inmortalizó Centeno en sus ocho volúmenes, pueden convertirse en la llave viviente para desentrañar prácticas que corroyeron durante décadas la credibilidad de la democracia argentina. Pero no lo harán voluntariamente. La investigación de Bonadio podría dar un gran paso adelante, por ejemplo, si el magistrado pide al Ejecutivo que le informe si alguno de los imputados o de los dueños de las compañías que figuran en los cuadernos participó del último blanqueo de capitales. La ley es explícita: no pueden gozar de sus beneficios quienes hayan obtenido el dinero de la comisión de crímenes.
Si bien todos los grandes empresarios del país confiesan off the record haber blanqueado al menos una parte del capital que mantenían históricamente fuera del radar de la AFIP, hay algunos nombres que llaman más la atención que otros a la luz de esta investigación. La "T" aporta unos cuantos. Según publicó Horacio Verbitsky en su portal El Cohete a la Lunala prima hermana de Paolo, Marcela Rocca, exteriorizó 6.900 millones de pesos. Son unos 400 millones de dólares del momento del blanqueo, el doble de todo lo que estimó haber movido Centeno durante todos sus años al servicio de Baratta. El presidente de la división de aceros planos de Techint (TerniumSiderar), Daniel Novegil, blanqueó según la misma publicación otros 557 millones de pesos.
Ser de luz
Además de la información oficial del blanqueo, dos libros pueden ayudar a Bonadio a identificar la matriz de corrupción contratista en su totalidad y a completar la ruta del dinero. Uno es el pionero "El Club K de la Obra Pública", publicado en 2007 por Pablo Abiad, un periodista retirado, también abogado, que accedió por concurso al cargo de subgerente general de Asuntos Estratégicos y Comunicaciones del Banco Central justo antes de que echaran de allí a Federico Sturzenegger. El libro identifica a Marcelo Mindlin como el anfitrión de una reunión, a inicios de 2004, donde se habría pactado el reparto entre empresas amigas del Plan Federal de Transporte Eléctrico impulsado por Julio De Vido. El hombre de confianza del kirchnerismo allí era Gerardo Ferreyra, según el texto. El dueño de Electroingeniería, que cayó preso la semana pasada.
"De ese encuentro fundacional en lo de Mindlin participaron, además, hombres de Techint, Cartellone, Esuco, Roggio, Iecsa —de Angelo Calcaterra, primo segundo de Mauricio Macri— y la española Abengoa. Por Skanska dio el presente su gerente comercial, Javier Azcárate", abunda el libro de Abiad. Esa oficina de Mindlin era en el piso 26 de Bouchard 547. Por esa dirección también pasó Baratta, según los cuadernos de Centeno, el 14 de mayo de 2009. Pero el juez y el fiscal no citaron aún a nadie del grupo Pampa.
Con los Kirchner, Marcelo Mindlin se convirtió en un zar de la energía. Con Macri, Mindlin, también blanqueó dinero y bienes, según Verbitsky, por 770 millones de pesos, equivalentes entonces a 44 millones de dólares. Es una suma similar a la que trascendió que habría pagado junto a sus socios de Pampa por IECSA, la constructora de los Macri. El vendedor fue el primo del presidente, que zafó con la figura del imputado colaborador.
El otro libro que puede ayudar a Bonadio a atar cabos es "Restricción Eterna", de Martín Schorr, Andrés Wainer y Alejandro Gaggero. Allí se identifica a los grupos económicos que se mantuvieron en la cúpula empresarial durante el kirchnerismo, a los que se cayeron de ella y a quienes se incorporaron. Entre los que mantuvieron prácticamente estable su significación en las ventas de la elite figuran Techint y Aluar, que en 2012 explicaron en conjunto el 17% de las ventas de los grupos locales que integran la cúpula. En el caso de Techint, solo toman las empresas locales y no al total de las firmas del holding.
Los que aumentaron su ponderación dentro la cúpula a partir del 2003 son diez grupos, donde hay dos farmacéuticos (Bagó e Insud) pero donde sobresalen los vinculados a la construcción y a los servicios públicos. Los conglomeradosODS (Calcaterra), José Cartellone e IRSA coparon el rubro de la construcción (privada y pública). Por su parte, Pampa Holding, Electroingeniería e Indalo lograron expandirse gracias a la política de "argentinización" del sector energético que propició el kirchnerismoLos dueños de Electroingeniería y de Indalo están presos. Mindlin ni siquiera es investigado.".




5 comentarios :

Anónimo dijo...

Mas q marca Rivadavia el cuaderno del gobierno de Macri es marca chucha.

Chelo Saavedra dijo...

Los tipos de afuera estan vendiendo los títulos en dólares, ya se ven venir el default macrista.

ram dijo...

La verdá, Polito, decepcionante lo suyo.... no se entinde que tenga que recurrir a otros escribidores para explicar estos grandes momentos del virreinato, ¿no le alcanzaba la novela en cadena nacional de tn?, ¿no alcanza a disfrutar, al fin, una "reina cristina" como debe ser, franchuta, importsda y fulera?
Una pena que no entienda al verdadero ser nacional.... imbécil y masoquista, por cierto.
Tal vez haya que replantearse esa opinión sobre rivadavia, en el fondo, un patriota si lo comparaos con el viorrey y su mejor equipo de malandras.... no sé, piénselo.

JMM dijo...

Y al lado de Macri Rivadavia era no se si un patriota pero si era menos cipayo que este payaso.

Chelo Saavedra dijo...

Y en el medio de todo este balurdo ahí lo tenés al pelotudo, timbreando otra vez en casas de votantes macristas para la foto.