La connivencia y la
diprosopia de la fórmula presidencial electa, desdibuja el sentido de la
justicia y deja estupefactos y patitiesos a los ciudadanos que clamamos por
condenas a la lideresa del populismo más hediondo.
Esa mujer ha
proferido soezmente y con alevosía, una carrada de articulaciones de tanto mal
gusto y vocinglería en su declaración indagatoria, que es una suerte que el televidente
promedio fuera preservado de tener que escuchar esas salvajadas, en lugar de su
programación habitual.
Pretendía que su
defensa politizada fuera televisada en directo por todos los canales,
coartando con ello la libre labor periodística, pues los cronistas judiciales de
medios independientes poseen la templanza necesaria para soportar las
bravuconadas de la autoritaria y efectuar los sanos recortes necesarios para
verter luego, de modo aséptico, la noticia en la opinión pública.
Y que esta pueda
acceder, no al material en bruto, que pudiera perturbarla en su nocividad, afectando su interpretación, sino
a una síntesis tamizada por la digestión de los mejores articulistas.
Como mi hijo, Nicolás
del Morsau, quien en pocas líneas, para no hacerle perder tiempo a sus lectores, ha plasmado que la autócrata decidió
interpelar con insolencia a los honorables jueces que la están juzgando, en un
inadmisible embate contra las instituciones y el sistema democrático todo.
La causa sobre la
obra pública en Santa Cruz es irrefutable, hubo confabulaciones, despiplumes y todo tipo de
latrocinios concatenados.
No lo dicen los peritos o las pruebas colectadas, aunque
sí lo asevera el sentido común y las íntimas convicciones de los juzgadores
imparciales.
La Argentina es un
péndulo. Durante cuatro años reinó el concepto más prístino de la decencia y el
recato, merced al Ingeniero Macri Blanco Villegas, adalid y asceta en la lucha sin cuartel contra la patria contratista, el lavado de dinero, los paraísos fiscales, la evasión, los blanqueos de familiares, los pasamanos eólicos, el
no pago de cánones y el contrabando, entre otras batallas contra los amigos de lo ajeno.
Tan sólo durante su memorable gestión, permaneció
algún que otro conflicto de interés, como el caso del ex ministro José
Aranguren, que contrató por error a la empresa de la cual es accionista.
Como se
sabe, la abogada extracurricular Laura Alonso, le impuso una severa
recomendación: “trate de no hacerlo más. La próxima vez, pídale a algún
subordinado que firme el contrato con la Shell”.
Es inenarrable el grado
de aflicción que pudo sentir ese funcionario ante semejante reprimenda.
Tal vez
la ejemplar Laura Alonso, en su cruzada personal contra toda práctica
sospechosa, se excedió un tanto con este pobre hombre.
Empero, como se
sabe, todo ese apostolado de la virtud está llegando a su fin.
Se trata de gente de
baja catadura moral y educativa,a quien no le importa que la autoritaria jefa
de todos los culpables, haya vuelto.
Embrutecidos por el
consumo de choripanes que no resisten un control bromatológico y libados con
rancio vino envasado en cajitas, esta chusma le ha dado una sobrevida a la dictadora.
Degradan la calidad de nuestra democracia, y eso nos lleva a preguntarnos a los decentes si no ha llegado la hora de ejercer el derecho al voto, si y solo si, se reúnen determinados requisitos para calificar al sufragante como apto.
Degradan la calidad de nuestra democracia, y eso nos lleva a preguntarnos a los decentes si no ha llegado la hora de ejercer el derecho al voto, si y solo si, se reúnen determinados requisitos para calificar al sufragante como apto.
Sin dubitación
alguna, no ser cómplice y repudiar a la tirana que ayer hizo restañar su látigo
en una sala tribunalicia, debería ser condición sine qua non para poder votar.
Por estas horas en
Olivos, Juliana Awada embala los últimos enseres de ese amoroso esposo y padre
que es Mauricio.
Una flota de camiones
de la empresa de mudanza Chota Hermanos, espera en la entrada principal de la
residencia.
Trajes, zapatos, ropa deportiva, palos de golf, raquetas, reposeras, en
fin, un cúmulo variopinto de adminículos destinados al solaz y el esparcimiento
del estadista que lo ha dado todo, son trasladados a toda prisa, antes de que lleguen
las hordas populistas.
La república lo sabe,
y por eso llora.
(Miguel de Wiñasco, diario El Corneta, página de
servicios útiles para el hombre).
2 comentarios :
Hacerle bulling a un coso como Wiñaski le hace mal a la república, Polito.
Así no salimos más.
los que todos los días escriben notas calcadas "Cristina mala/Mauricio bueno", con algunas palabritas dificiles para diferenciarse y hacerse los cultos, no deben poder creer que sus notas pedorras no mueven la aguja de nada.
Publicar un comentario