SE EXTINGUE EL MACRISMO Y EMPALIDECE LA TERCERA VÍA

No descubriremos la pólvora si decimos que las elecciones provinciales van evidenciando la jibarización acelerada de la base electoral cambista. 

Las PASO del domingo en Santa Fé fueron otra muestra contundente de la pérdida exponencial de votos del actual desgobierno, desde la modesta cúspide amarilla de octubre 2017, al actual panorama desarbolado resultante de haber "pasado cosas". Tal como lo describió en forma naif el presidente Fatiga, con fines exculpatorios del mejor equipo de las últimas 50 corridas cambiarias.
Y hablando de eso, la co-presidenta Madame Lagarde y el ministro de economía de facto, signore Cardarelli, se han atado al mastil del Macritanic, al autorizar la venta de todas las reservas que hagan falta, cuando arranque la gran dolarización preelectoral.
Si su pupilo termina de convertirse en un gato rengo, sin chance de reelegir (o de empoderar un plan Vidal con posibilidades de triunfo) rodarán las cabezas de los efemianos, pues los dólares prestados para garantizar el pago de la deuda, no habrán hecho otra cosa que financiar una nueva mega fuga del garcaje argento, esta vez con la excusa del cuco Cristina.

Otro masazo que crea un mayor clima de desbande oficial, parece avecinarse en la otrora Macri friendly Córdoba, más aún si la voluminosa bola moral naranja persiste en su automedicada campaña, supuestamente a favor del deshauciado ex vicegobernador de Angeloz, Mario Negri. 

En tanto, el peronismo ejecuta movimientos centrípetos en las diferentes elecciones provinciales, anotándose triunfos preliminares en cinco de las primeras siete.
Y cayendo en Neuquén y Rio Negro, donde se impusieron fuerzas provincialistas (en principio sin vocación por acordar con fuerzas nacionales, cuando se disputen las elecciones a presidente).
Acercándose el mes decisivo de junio para las candidaturas, y precedida por su primer libro con destino a best seller, la líder de los ciudadanos unidos se encamina a intentar lo que se pretendió instalar como imposible: volver.

Y mientras el dogma del techo bajo cristinal se va relativizando, del lado del peronismo antik, el lavagnismo vintage procura desperezar un armado en la PBA, ofrecido por duhaldistas de avanzada edad,  y sumándose al mismo el randazismo realmente existente tras la catástrofe de 2017(Flowers Randazzo,  Casamiquela y Bali Bucca).
La carta fuerte que manejan es que Tinelli acepte ir a perder como candidato a gobernador, pero asegurándoles un porcentaje bonaerense que los saque de la irrelevancia.
Si big head dice que no, se ofrece a autoinmolarse otro macrocéfalo: nada menos que Tachuela Duhalde, y no es una jodita para videomatch.
En el comando de campaña del venerado cuasi octogenario, los ex massistas Amondarain y Amendolara se indignan con los supuestos coqueteos de Sergio Tomás con los citizen united. Asimismo, la ultra minoritaria pero intensa intelectualidad lavagnista 4G (que fuera por un lustro massista, para abandonarlo por un par de sandalias con soquetes blancos) ha hecho un ominoso silencio sobre las primarias en Santa Fé.
La innegable cuota parte del cristinismo en ese 40% del peronismo unido (incluyendo al candidato para intendente rosarino más votado, Sukerman) no es la única razón.
También pesa en hacerse los dobolus, la empatía entre gerontes alopécicos, pues el Pálido cincha para el socialismo de su congénere Liftchitz, y apoya a Bonfatti gobernador, antes que al peronista Perotti.
Y que complicado y entrecruzado se ha puesto el peronismo "alternativo".
Sin ir más lejos, la fiel ladera de STM, Graciela Camaño, viene discutiendo fuertemente con su marido, en el living de su mansión familiar.
Discuten por Lavagna.
Luiggi Barrionuevo, quien se autopercibe como un hacedor de presidentes, la quiere convencer de las bondades de la avenida de las medias, y le dice que Roberto es un gran tiempista,
La brava Grace, por el contrario opina que Roberto está vetusto, y no hace más que obturar el crecimiento de Massa y de todo el peronismo no K, al no querer competir en las PASO.
Esperemos que estas rispideces políticas en el matrimonio Barrionuevo-Camaño no pasen a mayores.
No porque Luis pudiera dormir afuera (más precisamente en alguna otra de las espléndidas residencias gananciales) sino por los púgiles antecedentes de Graciela.