GATO CON RETENCIONES

El estado terminal de la experiencia Macri como restauración neoliberal exime de mayores comentarios. Hasta el más voluble simpatizante del  globobolismo advierte la encerrona sin vías de escape, en la cual se metió solito el fallido líder cambista.

Ajuste +ajuste +recontraajuste +altisima inflación espiralizándose +recesión que ahora el cuarto de ministro Dujovne mensura en un -2,4% para este año, es un combo que conduce en una sola dirección, que no es precisamente la de obtener un nuevo mandato presidencial.
La novedad es la imposición de retenciones para todos y todas, pero con impronta de color amarillo patito: son fijas y se van licuando si sube el dólar. Una invitación a sectores del garco poder para que sigan pulseando contra el peso.

Para peor el mamerto (como ahora se lo denomina en las redes al otrora winner de la nueva derecha brutal y coso) brinda material para la caricaturización y el animus iocandi.

El Licenciado Avelluto tras ser degradado en el organigrama de la ceobanda a simple Secretario, comparó la dupla Macri-Peña, con el felino Tom y el roedor Jerry (huidizo animalito que siempre dejó como un salame al gato).

El hijo de escasas luces de Tato Bores, Alejandro Boring, dejó de hacer chistontos con invariable y obsesivo direccionamiento en la líder opositora con más votos de por lejos. Y por primera vez formuló cornetines y chascarrillos (algunos de ellos eficaces) con blanco en el hijo de Franco.

El turco Asis, otrora recalcitrante nostálgico del menemismo y la década del noventa, ocupa una festejada sección los jueves en Animales Macristas Sueltos, donde personifica a un burlón animal malo para con los yellows, a quienes aporrea con frases histriónicas y humoradas despiadadas.

“Macri recuperó la centralidad...pero a bordo del Aras San Juán”.

“A Macri lo ponés en la puerta de un colegio con un Toblerone, y los chicos no se le acercan”.

Por su parte la bola moral naranja, esa mezcla de psycho gorda salida del film “Misery”, con formidable farsante en busca de perpetuar su redituable zona de confort, profirió una serie de gansadas en formato stand-up, ante varios micrófonos, que pusieron en evidencia su cada vez más patológico estado mental, así como la escasa contracción al trabajo de su aliado el mamerto.

“A Olivos no fui, se la pasan horas hablando pavadas y no resuelven nada. Me quedé eligiendo zapatos para tirar (sic). Todo lo que hice este fin de semana desde la chacra y el presidente desde Los Abrojos fue una melodía (recontrasic)”.    

Después divagó sobre morir con Macri en la Rosada cual Salvador Allende, desvarío en el cual el lugar de Pinochet lo ocupa...Luis D'elía, quien según la gorda demente "me mata de un tiro. Y eso sería un final heroico genial" (???!!!).
En fin, volviendo a Los Abrojos, la hiperbolica deschavó a su socio Mau, confirmando que no estuvo tiempo completo en Olivos participando de las infructuosas deliberaciones para incorporar a alguna vieja-nueva luminaria al gabinete, en momentos hiper críticos para su lamentable desgobierno.

Mientras Prat Banana, Malconian, Techint Sanz y Rulo Lustó, iban diciendo que no, o alguien los iba desechando por ellos, volviendo locos a los movileros del periodismo pautado de primicia fácil y sin chequear, el lúdico subpresidente jugaba en su opulenta quinta a la pelota, al padle, o miraba fobal por los canales de Fútbol para Pocos.   

A la mañana siguiente balbuceó, con retórica emocional surgida de la pluma de la desgracia de la familia Rositchner, algunos latiguillos primitivos tales como: “son los peores cinco meses desde mi secuestro”.

Apenas terminó su suspirada pieza dirigida a un espectador con mentalidad promedio de 9 años, los “mercados” se sensibilizaron.

Solo aumentaron el dólar un 5% en dos días.