22 de octubre de 2016

RELATOS MACRISTAS POUR LA GILLADÁ


Resultado de imagen para foto de macri en el titanic

Los cráneos ceoliberales que hoy detentan el poder, con la consciente complicidad parlamentaria del peronismo colaboracionista, el inmovilismo de capangas sindicales, y el parloteo complaciente de intere$ados loros mediáticos, está conduciendo el país al desastre macroeconómico.
Una impecable nota de Cufré en el P12 de hoy, confiere a la conclusión vertida ut supra, los números duros para que "deje de ser una opinión y pase a ser una información" (aforismo muy caro a un servil amarillo con micrófono).
Hela aquí:
"El costo anual de Fútbol para Todos equivale al 0,7 por ciento de los 261 mil millones de pesos de deuda que asumió el Gobierno solo en los últimos dos meses. El plan de atención odontológica Argentina Sonríe costaba mucho menos, apenas el 0,09 por ciento de esa cifra. Sin embargo, las autoridades nacionales resolvieron terminar con ambos programas. También decidieron aplicar recortes de gastos para ciencia y tecnología, derechos humanos, cobertura de medicamentos a jubilados, asistencia a la agricultura familiar, distribución de computadoras a estudiantes secundarios, planes de apoyo a las pymes, pago de pensiones no contributivas a discapacitados, subsidios al transporte, gas, electricidad y agua. Son apenas algunos ejemplos para dimensionar la magnitud del ajuste del gasto y de la distribución regresiva del ingreso que encaró Cambiemos. Fútbol para Todos le insume al Estado unos 120 millones de dólares al año, el 0,4 por ciento de los 32.000 millones de dólares de deuda externa emitidos durante el gobierno de Mauricio Macri. ¿No había posibilidad fiscal de destinar el 0,4 por ciento de ese gigantesco endeudamiento a la transmisión gratuita del deporte nacional, que miran cada semana millones de personas? Resulta evidente que no se trata de un problema fiscal, sino de cómo se asignan los recursos, de cuáles son las prioridades de gestión, de cómo se reparten los negocios. Es un factor ausente en el debate económico de estos días, pese a su centralidad para explicar una crisis que no encuentra piso. En televisión se transmiten informes especiales sobre el costo para la Argentina de dar educación universitaria a estudiantes extranjeros, mientras ejércitos de elefantes pasan detrás de las cámaras. En agosto unas 650 mil personas se beneficiaron de la eliminación de los controles a la compra de divisas, la finalización del “maldito cepo”. Una pequeña proporción de la población compró 23.000 millones de dólares entre enero y ese mes. Pero la obsesión del periodismo oficialista es el 0,1 por ciento de esa cifra invertida por el Estado en estudiantes extranjeros, unos 360 millones de pesos, de acuerdo a su versión, 23 millones de dólares al cambio de ayer.
Como la Argentina no emite dólares y las divisas que ingresan son insuficientes para abastecer la demanda, el Gobierno promueve el endeudamiento en moneda dura con la misma irresponsabilidad que lo hicieron antes los genocidas de la dictadura, el menemismo y la primera Alianza. Y no lo hace para sostener Fútbol para Todos, Argentina Sonríe y todos los demás derechos consignados más arriba, sino para que una cúpula pueda dolarizar sus excedentes y sentir que tiene “más libertad”. Es una inversión costosa, dada la carga de intereses que va acumulando esa deuda y la necesidad de practicar ajustes sobre la inmensa mayoría de la población para poder afrontarla. Es un proceso que el país ya atravesó en el pasado, que en 1982 terminó con la estatización de la deuda privada, en los ‘90 se pagó entregando las empresas públicas y en 2001 condujo a la peor crisis económica, social y política que recuerde la Argentina, con el 25 por ciento de los ciudadanos desocupados y el 50 por ciento debajo de la línea de pobreza. ¿Por qué esta vez será diferente? ¿Tal vez porque Macri les pide a los empresarios que se rompan el traste?
Las ventas de divisas para atesoramiento, viajes al exterior y transferencias fuera del país totalizaron entre enero y agosto 23.106 millones de dólares, según datos del Banco Central revelados por el periodista Alfredo Zaiat. La radiografía del mercado de cambios durante agosto detalla que compraron dólares billetes 647 mil clientes. El 48 por ciento adquirió hasta 10 mil dólares, un 19 por ciento entre 10 mil y 50 mil dólares, un 17 por ciento entre 50 mil y 500 mil, un 7 por ciento entre 500 mil y 2 millones, un 3 por ciento entre 2 millones y 5 millones y el 6 por ciento restante registró compras superiores a los 5 millones. El Gobierno debería explicar cuál fue la utilidad social de que unas 38 mil personas compraran más de 5 millones de dólares. Pudieron hacerlo gracias a que el Banco Central eliminó todo límite a la adquisición de divisas.
“Conocemos el destino final de este esquema, y tenemos muy presente en nuestro país cuáles son las consecuencias económicas y sociales de un default por sobrecarga de la deuda. Ocurrió hace poco, en 2001”, explicó el lunes pasado en este diario el economista Agustín D’Atellis al abordar la cuestión. También advirtió que la condición indispensable cuando se recurre al endeudamiento externo es generar un marco de desarrollo productivo que garantice el repago de esa deuda. “No es lo que ocurre”, sentenció. Lo que se ha configurado es el escenario de la puerta giratoria: “Los dólares que ingresan por endeudamiento externo -que recae sobre todos- financian la salida de capitales de un pequeño grupo, o el déficit fiscal generado por la caída de la recaudación, consecuencia de políticas de concentración de ingresos y debilitamiento del mercado interno”, ilustró D’Atellis.
Emmanuel Álvarez Agis, ex viceministro de Economía, describió el impacto distributivo de las principales medidas económicas del Gobierno. Las transferencias del Estado a sectores de altos ingresos por la devaluación de diciembre (44.500 millones de pesos para el sector financiero, 69.500 millones para los exportadores y 50.000 millones por la compra de moneda extranjera), las ganancias fabulosas por las operaciones con dólar futuro (53.700 millones) y la quita de retenciones al agro, la industria y la minería (53.750 millones) totalizaron 18.100 millones de dólares, el 4,3 por ciento del PIB. En cambio, las transferencias para los sectores de ingresos medios y bajos fueron equivalentes a 5300 millones de dólares, el 1,3 por ciento del PIB, por el pago extra de 400 pesos a jubilados y titulares de la Asignación Universal por Hijo, el reintegro del IVA a esos mismos sectores, el aumento de las asignaciones familiares a trabajadores registrados, la ley pyme, la extensión de la AUH a monotributistas sociales y el aumento del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias. Es decir, casi 13 mil millones de dólares más para los primeros, sin contar el impacto del tarifazo a los servicios públicos ni el prometido bono de fin de año a jubilados y perceptores de la AUH. Si se suman esos ítems, es 1 punto más del PIB para los sectores concentrados contra 0,1 en provecho de jubilados y beneficiarios de la AUH, indicó el economista. En conclusión, la cuenta arroja 5,3 puntos del PIB para los ganadores del modelo económico contra 1,4 hacia los más vulnerables.
Esa lógica de reparto de los recursos explica en buena medida la dura recesión que atraviesa la economía. Cambiemos tomó en diez meses casi tanta deuda en términos nominales como la dictadura en siete años, pero eso no evitó que el consumo cayera de manera estrepitosa, la desocupación escalara a dos dígitos en los principales centros productivos, miles de empresas entraran en crisis, la obra pública quedara reducida a su mínima expresión, la inversión privada sufriera una violenta contracción y se multiplicara la fuga de divisas. Las señales que sigue enviando el Gobierno a la sociedad son de ajuste para las mayorías y beneficios extraordinarios para una elite. “Hay que salir del círculo vicioso del desempleo, la recesión y la bicicleta financiera para entrar al círculo virtuoso del empleo, la producción y el consumo”, resumió en su último informe Económico Laboral el especialista Adrián Caneto. Lo que refleja el proyecto de presupuesto para 2017 y las decisiones que sigue tomando el Gobierno demuestran lo contrario. Eso aumenta la incertidumbre sobre si habrá rebote o no de la economía en el año electoral, y a qué sectores alcanzará en caso de que se produzca.".
El nuevo semestre de la alegría, el macrismo lo ubica para marzo o abril del año que viene, "donde la gente debería (sic) sentir en sus bolsillos que las cosas están mejorando". De no suceder este vaticinio para los sectores populares, el relato amarillento les inventará otra fecha para ser felices. 
A lo mejor hasta ofrecen a la CGT , otro bonito de dos mil pesitos... a voluntad.

11 comentarios :

ram dijo...

Todo bien, Polito, pero usar de ejemplo al Titanic deschava una cierta mirada muy dependiente de Hollywood y, por supuesto con cierto desdén al talento local, talento que obviamente le sobra a nuestro querido virrey del bigote gourmet.... además, piense en el Titanic que se hundió de pedo, por ese iceberg a contramano y sin respetar semáforos.... si me permite tengo el caso de un barco mejor, el "Mauritania", qué nombrecito, vió?, casi premonitorio y no se hundió de pedo, lo hundieron, con un torpedo certero (casi un prat grasa en la línea de flotación) y se armó el quilombo, parecido al que se va a armar acá mientras el maurifracaso siga al timón, póngase cómodo y espere. Lo más triste es que no se salvó casi nadie y, a falta de cuenteros, nos quedamos sin películas. Pero bueno, ahora estamos nosotros, que no nos subimos a un barco de éstos ni mamados, nada que ver con los adiposos de la CGT, desesperados por ver el mundo los cosos, el mundo submarino, por cierto, ¿sabía usted que hay un pescáu que llaman "bonito"?, tienen un metejón bárbaro con el bicho, esos bichos....

Carapachay dijo...

Es una gran coincidencia que haya un pez que se llama bonito, y que un pescado nos quiera arreglar con un bonito de 2 lucas el 45% de inflaciõn que nos morfamos.

JMM dijo...

El Mauriciotania tiene fecha de hundimiento si nos siguen endeudando hasta las talopes.

ram dijo...

La verdad, Polito, es dura la realidad, especialmente ahora en el velorio amarillo en que nos toca padecer; sí, resignación, no somos nada..... o por lo menos mi memoria no es nada, obnubilada como está por el asco al pro-ceso de devastación nacional en pleno desarrollo; metí la pata, el barco hundido (torpedeado-pratgraseado) no es el Mauritania (que se murió de viejito, hecho chatarra) sino su hermanito mellizo, el "Lusitania"; en fin, el nombre era tentador y uno que se deja llevar....

Sagardúa dijo...

Es una gran idea de Mauri ajustar gastos a los científicos. Ahora falta que Cavallo los mande a lavar los platos y estamos como hace 25 años.

Tucho dijo...

No se aflija Ram, el Lusitania puede ser una alegoría de Luis el sindicalista hipermenemista que sin querer fijó en 2 años el hundimiento del Mauri.

Chelo Saavedra dijo...

No sea malo con la CGT, Polito. Hoy se pusieron firmes y no aceptan el pago del bonito en 20 cuotitas de 100 pesitos.

Sagardúa dijo...

Son muy duros, Chelo. Sólo aceptan el bono en un pago con cheque a 180 días.

Anónimo dijo...

La mentira macrista tiene patas cortisimas.

EL PROBLEMA PASA POR LOS BOLUDOS QUE SIGUEN CREYENDO O QUE HAY QUE BANCARLO PORQUE LO VOTARON.
PERO QUE BANCARLO, SI LES VIO LA CARA DE GIL A TODOS.

Pablo dijo...

No se hacen cargo de nada. la pelotuda de Vidal puso a uno con prontuario en el Servicio Penitenciario, ahora lo raja y habla como si lo hubiera puesto Scioli el año pasado.

Roxana dijo...

Un "emergentólogo", fue como lo presentaron cuando asumió.