MASSA AVISA QUE VA A TRAICIONAR

El gobierno despedidor hizo firmar un papelito inocuo a los principales capangas empresariales, en el cual declaman "comprometerse" con no reducir plantilla por 90 días.
Mejor sería que Macri haga circular un papel que diga que todos vamos a ser felices y listo.
Como de costumbre, el régimen ceócrata vuelve a acudir a su socio menor "renovador", para paliar su situación minoritaria en el Congreso.

Massita, el traidorzuelo serial que no fue ni apoyó a la concentración de las cuatro CGTs en Paseo Colón, luego de semejante actazo se vio obligado a panquequear, y simular por unos días con darle su voto a la ley antidespidos. 

Incluso llegó a decir expresamente que lo haría, "aunque no acepten mis reformaas alternativaas".

Si bien dice un adagio que el que avisa no es traidor, sí encuentra su excepción a la regla en el pro-renovador de voz finita que anuncia otro de sus volantazos. 

Los cuales suele declamar con un sobreactuado tono soberbio de quien pareciera haber ganado algo en las elecciones, en lugar de haber arribado a un tercer lugar lejano.

Queda claro una vez más que para este demagogo de derecha, la avenida del medio tiene veredones mucho más amplios en los intereses empresarios y en los medios de PROpaganda, que en los trabajadores y los sindicatos.  

Mañana, tras el dictamen favorable en comisión, se convocará a una sesión especial para tratar la ley en forma urgente. Al mismo tiempo Techint se dispone a despedir trabajadores metalúrgicos, defecándose en el papelito que le firmó Paolo Roca al viejito tan play boy como improductivo, Pancho Cabrera.

Cualquier dilación es bienvenida por el macrismo y sus círculos empresarios para poder seguir en plan despedidor en medio del apagón estadístico que posibilita grotescos ficcionales como difundir en medios amigos del oficialismo que: "el empleo registrado no está disminuyendo, está aumentando" (sic, recontrasic). 

De modo que Massita sabe bien a que juega cuando insiste con reformar (dilatar) la ley, escudándose en las Pymes. En la hipótesis de que gane su "proyecto alternativo", vuelve al Senado y todo se demora.
En este supuesto, la impresionante mayoría allí conseguida en favor de la ley antidespidos se vería ninguneada.
Asimismo, si finalmente se aprueba la "ley Massa", Macri la vetará total o parcialmente, pero inexorablemente lo hará en la parte que trata el freno a los despidos.
Massita al rechazar en las negociaciones previas, debatir en otro proyecto de ley el régimen de protección que precisan las vulnerables Pymes en la recesiva estanflación de este 2016 amarillento, juega por supuesto en primer término para su rédito político. Y también es funcional al interés de la minoritaria ceocracia por dividir a la oposición. 

Tomando nota de ello, el niño Juanma, el oligarca salteño ya olvidado de cualquier postulado peronista que sostuviera en el pasado, compite con Massita en genuflexión, llegando al extremo de elogiar el anunciado veto de Macri a la ley. 

El panorama es impredecible, existiría un quorum finito que depende de los diputados de extracción sindical del massismo, y de que el bloque de Sanguchito que se referencia en Urtubey, sea consecuente con el apoyo a la ley que manifestó el SMATA Romero y el propio Bossio.

Sería prudente que  los sindicatos rodeen masivamente el Congreso, coadyuvando a hacer fuerza para que traidores y colaboracionistas no obsequien con tanto desparpajo una nueva semana de tiempo al patronal Macri. 

Y con ello una derrota a los trabajadores, víctimas de crecientes despidos en masa.