MASSITA Y EL COLOMBIANO DESCARTADOS

En el mundillo massista, desde algún cuatro de copas, hasta capitanejos y lugartenientes, se difunde la ridícula leyenda de que el establishment desconfía del Tigrillo, y por eso opera en su contra, vía encuestas.
No resiste el menor análisis tal bufonía, atento que fue el propio Sergio Tomás, el que siguió por estos dias, las instrucciones impartidas por el gran empresariado, denominado "establishment" en lenguaje doctoral, y mega-garcaje, en criollo.
En efecto, la orden de "únanse, todos contra el kirchnerismo", tuvo una disciplinada traducción en Massita, al pedir reiteradas veces una gran interna Paso de la oposición para las presidenciales.
Y en el colombiano, al clamar por lo mismo en la Provincia de Buenos Aires.
Tomando nota de la ansiedad y desesperación del esposo de Malena, el alcalde amarillo no demostró estar preocupado por la baja intención de voto de su candidata Mariu, en la Provincia donde se decide todo.
Confía en las encuestas que lo ven cercano al 28% de los votos, y en la seguridad de que la massita implosionará por sí sola. Creé que ello hará crecer a su pupila, y le conferirá los votos suficientes al Pro para ingresar al balotaje con Scioli.
Su armador Monzó, no está de acuerdo.
En la mesa chica macrista, hoy se anunció que no aceptarán ir a internas amplias a presidente con Massa. Y tampoco a internas bonaerenses con De Narváez, personaje saltimbanqui respecto del cual, Macri juró jamás volver a hacer ningún tipo de alianza.
Esto es lo que se dijo en on, puesto que en off  las negociaciones seguirían un tiempo.
La idea de los yellows es firme y definitiva en cuanto a su negativa de internas presidenciales con Massa. Y aún muestra flexibilidad, en encontrar una fórmula para que Seryi se baje a provincia.
Para eso algunos del entorno macrista aconsejan debilitar al FR al extremo, ofreciéndole al colombiano que se pase al Pro, luego convencerlo para una especie de renunciamiento republicano a su precandidatura (o sino puentearlo) para terminar concretando con Massa la grilla a gobernador bonaerense, que es en definitiva lo que les interesa.
El vanidoso De Narváez anda muy agrandado por estos días, y en los reportajes en televisión se lo ve hacíéndose el popular, usando mucha terminología barrial: "los K quieren quedarse en el derpo", "no garpa ir sólos", "macho, llamalo a Macri por whatsapp y que venga a sentarse aca, asi hablamos", y otras sobreactuaciones.
El esposo de Mónica López lo llamó mercenario, conocedor del dato de que el bogoteño mandó a suspender la producción de sus afiches, por si tenía que eliminar de ellos el logo "+a". Todo un dato.
Sería un tanto cómico, que el Pro lograra el borocoteo de De Narváez y no acordara con Massa, teniendo en cuenta la revulsión que le produce a Mauricio dicho homúnculo, de quien pasaría a depender buena chance de llegar a presidente. Por lo que parece también muy improbable.

En cualquier escenario, se le cierran los caminos a Sergio Tomás. Un lejano tercer puesto del FR en las PASO, haría recrudecer el garroching inverso en sus filas, al punto de condenarlo a enfrentar una posible irrelevancia porcentual en la primera vuelta.
Ello podría lesionar gravemente su futuro político.
¿Cuál sería su alternativa?
La capitis deminutio, podría ser moderada, si acordara con el macrismo ser su candidato a gobernador bonaerense, y por supuesto, lograra imponerse al FPV en dicho distrito.
En apariencia podría mantener intacto su proyecto presidencial para 2019.
Empero, al coadyuvar a una eventual victoria neoliberal en perjuicio del peronismo, ataría su suerte al "proyecto ajustador y nostálgico de Cavallo del macrismo", tal como el propio Sergio lo calificara con buen tino, en el acto de Vélez.
Y si el macrismo derrapa o fracasa, y termina en un helicóptero, Massita resultaría más quemado que Ruckauf en 2002.
Asimismo, la capitis deminutio sería máxima si el tigrillo se viera obligado a bajarse, para ir de candidato a gobernador sin candidato propio a presidente.
¿Cuántos podrían seguirlo en la aventura del chiquitaje vecinal con boleta corta?
Hoy, que aún mantiene su postulación, se le fugaron intendentes, y se habla que se avecinan otras fugas (¿Quién será el próximo? ¿Zúccaro de Pilar? ¿Othacehe de Merlo?).
La opción que le aconsejara Magnetto cuando lo invitó a cenar en su piso de Retiro, de darse un baño de humildad negociando internas amplias con el macrismo, parece haber quedado en vía muerta.
Si no arregla más humildemente aún con el Pro, sólo le quedaría a Massita aferrarse a su esmerilada candidatura a presidente.
Todo lo cual es funcional al FPV, al menos en la instancia PASO. Luego de la cual, la polarización entre el oficialismo y el opositor más votado, inevitablemente se exacerbará.
En este panorama, tal vez lo mejor para Sergio Tomás sería insistir con una gran interna PASO.
Pero en Tigre.