DANTESCA CONSPIRACIÓN CONTRA GIORGIO SANATA EN PERFIL:

El showman, monologuista del Maipo, y vedetongo periodístico venido a menos, Giorgio Sanata, está que trina contra la editorial Perfil, que lo conchabó para que deyecte algunas parrafadas diarias, en el prestigiosísimo tabloide amarillo, "Libre".
En efecto, todo comenzó con una polémica con Horacio Verbitsky, respecto al "que se vayan todos", sobre la cual, Sanata tontificó, con el remanido eslogan: "se quedaron todos".
En Página, HV demostró, con impecables cuadros comparativos y cifras objetivas, que en realidad hubo una importante renovación y rotación de figurines y figuritas, tanto en el parlamento como en el gabinete de ministros del Ejecutivo, desde 2002 a la fecha.
Que lo refuten con información y datos fundados, a Giorgio no le gusta un caratzo.
Típico en él, su forma de contra argumentar fue descalificar agresivamente a HV, a quien le modificó su apodo de "El Perro", por el de "Cachorro".
Así como Sanata no es experto en semiología, (en verdad no es experto en materia alguna),no hace falta ser un entendido en la disciplina para decodificar, que detrás del diminutivo, subyace la intención ramplona de insultar a Horacio, tildándolo de "K chorro", o sea de oficialista y ladrón.
Un ejemplo edificante que da Lanata, sobre como respeta él, la libertad de expresión y la opinión de alguien que piensa distinto a su ombligo.
Sin perder la calma, Verbitsky le replicó con altura a Sanata, el domingo en P12, y este a su vez al dia siguiente, con soberbia volvió a chicanear sin sutileza alguna a su interlocutor, en su columna de la BBC... perdón del pasquin "Libre".

Empero, el mismo día lunes, una horrenda noticia llegó a conocimiento de Jorge.
Se entregaron los premios Perfil "a la inteligencia y la libertad de expresión".
En el rubro "Libertad de expresión nacional", hubo dos ganadores:
la Coca Sarlo y....¿Giorgio? Nooooo....nada menos que....El Cachorro(!!!!!!!)

Tremebundo debe haber sido el gesto de estupefacción, y la horrible herida narcisista de Sanata, al ver en el portal de Perfil, la fotito en primer plano de su odiado Horacio, con el premio en sus manos.
Giorgio con los años, ha dejado de ser un simple gordo u obeso, desde el punto de vista anatómico y fisiológico.
El aumento de kilaje y la desaparición irremediable de su cintura, le han hecho conjugar un discurso, cada vez más revulsivo al peronismo, con el phisic du rol de un antropoide de grandes proporciones.
Su enorme papada, su barba blanca y sus cuatro metros cúbicos de tejido adiposo, que a duras penas caben en un traje, lo han asemejado a aquel famoso gorila albino del Zoo de Barcelona, conocido como Copito de Nieve
No puedo dejar de horrorizarme al imaginar un cuadro caótico, en el palacio Estrugamou donde reside esta luminaria (oia, a metros del lujoso piso de un CEO muy famoso, de nombre Héctor).
Un Giorgio saltando y gesticulando como un orangután desenfrenado por el inmenso living, destrozando todo a su paso, e insultando al Comendatore Fontevecchia, a la sazón editor responsable de Perfil, es un escenario espeluznante de contemplar y evocar.
De producirse, ameritó a que se llamara, no sólo a los paramédicos, sino tambien al cuerpo de bomberos voluntarios más cercano a ese palacio, para que mediante potentes chorros de agua, consiguiese calmar al homúnculo en estado de exaltación.

Hoy Giorgio, en la publicación de nivel Pulitzer donde trabaja, se la agarró con Anibal Fernandez, diciéndole de todo, y defendiendo a los medios opositores del laclausiano concepto de ser "factores distorsivos".
Tal vez Sanata un poco más calmado, confia en que el grupo clarineteano, solucione otra distorsión, la de un Verbitsky multilaureado, a diferencia de él, que hace lustros no emboca ni un diploma, ni una medallita en un club de bochas.

De manera que, querido Giorgio, esperemos a que don Magne repare esta injusticia, y te conceda el premio a la "Libertad concentrada de expresión".
Una premiación, que desde 2010 te mereces, por la encendida defensa de los intereses de Tacuarí Street Corporation.
Hasta el Cachorro celebraria, con un ladridito.