Enfrente siguen sin signos vitales

Desde octubre del 2006 el gobierno pingüinal ha hecho todo lo posible para darle una oportunidad al contrismo: Misiones, inflación corrida desde atras con burdo retoque de maquillaje, transportes colapsados, crisis energetica agravada por invierno duro, casos de corrupción (algunos de ellos delirantes como la bolsa de Felisa o la valija del gordito Wilson), Varizat y su camioneta con gente en las ruedas, entre otros varios desaguisados.
Y como postre, la imaginación supera todo limite: mamarracho en Cordoba, que involuntariamente llega a eclipsar incluso, la victoria descontada de Binner en Santa Fe.
Pero la OPAsicion no colabora. Nestor declina ir él y con eso regala un 10% de votos, y nada...tampoco levantan cabeza los neo(liberales)republicanos.
Así que no hay caso, pese al desgaste inusitado y en muchos casos innecesario del gobierno, no se desvanece per se la impronta de un ciclo de crecimiento vertiginoso de la economia y de mejora innegable de los índices sociales. Más aún cuando de la vereda de enfrente jamas se cayó una sola idea que no sea la de rezar por hecatombes y apocalipsis para poder decir "vieron yo lo dije, esto iba a terminar mal, ahora votenme".
Los agudos analistas y los intelectualoides opAsitores siguen diciendo la soberana idiotez que "al bajar el volumen del televisor, uno ve a una Cristina con gestos autoritarios" (y eso da mucho miedo, nene), o repiten letanias inclasificables como ser: "perdimos la Republica, vivimos en una monarquia". Gracias al desastre cordobes, en octubre más de un derrotado va a querer instalar la idea de fraude generalizado, para ir tirando hasta las legislativas del 2009.
Todo suma para no arremangarse, y pensar en estrategias de desarrollo, en planes alternativos, en políticas de estado, en algo para ofrecerle a la sociedad.
Porque claro, eso seria laburar, y para un politico contrera es preferible dedicarse a comentar las noticias, indignarse, mandar algun slogan berreta, o ensayar alguna parábola demente, para seguir vigente, y en algun momento, mojar en algun cargo que justifique "tantas fatigas en la dura lucha por las instituciones".