Nada más elocuente
para graficar al macrismo psiquiátrico que el penoso stand-up final de María
Elisa Avelina Carrió. Sola en el escenario bramando incoherencias y vaticinando
un esquizofrénico triunfo en octubre.
El ex presidente Macri (el primero al que
Carrió en su vida política rupturista, acompañó hasta bien adentrado el
cementerio) ya había pronunciado un lacónico llamado a irse a dormir.
Fatiga no
puede con su naturaleza, y su descanso de nueve o diez horas diarias es tan sagrado
como tomarse vacaciones cada dos semanas.
La “derecha moderna de brutal
eficicacia” que ganó las legislativas con un 41% de los votos, hace dos años o
doscientos años, a poco de ese hito comenzó a desplomarse pesadamente.
Y luego
en cascada cuando se le cortó el financiamiento externo. Para alargar su agonía
se metió en la encerrona del FMI, culminando su ciclo neomenemista e iniciando una
revival delarruana.
Con diferencias históricas, por supuesto: Mauricio De la
Rúa, pasó a ser sostenido, básicamente por una cifra históricamente inédita de dólares
prestados por el FMI, por presión y orden directa de Trump.
El exorbitado
presidente imperial, lejos de ser un filántropo está interesado en tener un
servil socio menor geopolítico en el Cono Sur, para frenar la expansión
comercial china.
Y sus multinacionales también, ven con codicia la capacidad de
repago argentina en especie, principalmente proveniente del rico filón de shale
gas de Vaca Muerta. El cual, teniendo semejante cipayo en la Rosada les garantizaba
un progresivo apoderamiento de las riquezas naturales de ese irrepetible
yacimiento.
Como contraprestación a la “generosidad” del amigo americano y de
su empleada Christine Lagarde, el infrapresidente debió embarcarse en un
alienante y de imposible cumplimiento, programa monetario de “déficit primario
cero”, a costo de hundir a la economía real en la recesión, a las Pymes, al
consumo y al empleo. Todo sazonado con altísima inflación (aún en los oasis
macristas de tipo de cambio supuestamente “bajo control” y con aumentos
tarifarios postergados para después de las elecciones).
Qué podría salir mal?
Se preguntaban irónicamente aquellos no contaminados por el repetitivo coro psitácido
de periodistas oficialistas sobreengordados a pauta oficial (los Lanata,
Longobardis, Wiñaskys, Leucos y Majules de este mundo).
Y otros clowns, agentes
financieros patéticamente ascendidos a analistas políticos, que elaboraban
risibles índices de porcentajes de votos “tolerables por el mercado”, sin dejar
de hacer plin caja, rozando lo fraudulento, al estilo telar de la abundancia
macrista.
Es que más de un confiado y codicioso garca, habrá perdido fortunas entre
el viernes y hoy, cuando una encuesta de Elypsis fantaseaba con un triunfo de Macri,
lo cual provocó un gaseoso rally comprador de acciones y títulos.
Habrá que
deslindar penalmente en Comodoro ex Pro, si hubo intervención de fondos de
bancos públicos y/o del Anses, como trascendió. Pues de ser así, la ceociación ilícita
tendrá otra causa judicial de la cual preocuparse en un futuro cercano, al
quedar incursa en varios delitos federales.
“El mercado ya votó y votó por
Macri”, tituló hace días nomás algún diario, cuyas páginas colocadas en el piso
del patio, hoy sólo sirven para absorber la picaca de alguna mascota hogareña.
En
los barrios conurbanos y de las periferias de las ciudades bonaerenses, la
nostalgia por los años cristinistas por el (p)asado, dio pronto paso con la
macrisis, al sufrimiento y la
desesperación por sacar al gato hambreador. Millones de familias humildes debieron
resignarse a no poder comprar –no ya los hiperinflacionados alimentos básicos,
carne, pan o leche- sino lo necesario para ingerir cuatro comidas diarias.
La voluble
clase media, la que vota bien cuando le va mal (Jauretche dixit) comenzó a ser
inmune al lavado de cerebro cotidiano de los medios oficialistas, y al ronroneo
de tipo impúber de la cuarentona gobernadora, que con sonrisa más falsa que una
moneda de 3 pesos, los invitaba a la entelequia de “seguir haciendo todo lo que
logramos juntos”.
La economía real, se llevó puestas las ventosidades del marketing
durabarbiano, las encuestas truchas, al Whatsapp de mamis de Marcos Peña, la
big data, los bots de significativas caricias desde Hurlingham, y los falsos
records de instalación de cloacas y pavimentación (en rigor, mucho menores en
promedio a los denostados años K).
El voto por el regreso del kirchnerismo tiene
las dimensiones aluvionales de aquellas recordadas Paso 2011.
Tío Alberto, uno de los socios fundadores del kirchnerismo e integrante de la mesa chica en los años dorados, luego enfrentado con Cristina, pasó a ser un
simple operador político sin tierra por más de una década. Hasta que el 18 de mayo fue catapultado a
candidato a presidente por una magistral jugada estratégica 100% Cristina. El papá de Dylan ha
demostrado tener la inteligencia y personalidad necesarias, no sólo para ir a
tierras hostiles y amigas a amplificar y consolidar el voto, sino también para
enfrentar la campaña sucia amarilla, replicada en tapas, movileras gritonas, un sicario judicial
que lo citó ¡por una opinión vertida lejos del poder y hace varios años! y
programas de TV en contra, que lo ametrallaron impiadosamente.
Cristina, demonizada,
perseguida, cercada por el poder mafioso oficial y su brazo judicial, que tantas
veces dieron por muerta, aportó al menos con votos propios, dos tercios de la
enorme cosecha del peronismo unido. Cosecha que se potenció con lo sumado por
los gobernadores peronistas, fuerzas provinciales afines, y el regreso del (pequeño
pero importante en la Primera Sección electoral bonaerense) massismo, para
llegar a cifras indescontables en octubre.
De Cristina y Máximo, también fue la
decisión estratégica y el sostenimiento ante la inicial oposición de los intendentes
“minigobernadores” bonaerenses, de Axel Kicillof gobernador, un fenómeno
político en si mismo.
Infatigable recorredor de rutas bonaerenses en el ya mítico y destartalado Clío de uno de sus colaboradores, era tomado en burla y calificado como un predicador fanático y sin destino alguno, cuando en los albores de la horrenda gestión macrista, llegaba a las plazas de los pueblitos y pequeñas ciudades bonaerenses, para hablarle a la gente.
Infatigable recorredor de rutas bonaerenses en el ya mítico y destartalado Clío de uno de sus colaboradores, era tomado en burla y calificado como un predicador fanático y sin destino alguno, cuando en los albores de la horrenda gestión macrista, llegaba a las plazas de los pueblitos y pequeñas ciudades bonaerenses, para hablarle a la gente.
Pues bien, el Kici
sacó más porcentaje de votos que la fórmula presidencial, superó el 50%
contando los votos positivos. Es decir que hubo corte de boleta…a favor de
Kicillof.
Lo que vendrá será reconstruir el tejido social como en 2003. Vital
para ello, es acordar (si se puede acordar, de lo contrario disponer) un
aplazamiento por al menos dos años de los pagos de la impagable deuda externa contraída
por la ceomafia, hasta volver a crecer fuertemente y reestructurar los vencimientos.
También de incio, llamar a una concertación con los actores económicos productivos para decirles que la guerra terminó y hay que poner en marcha el país.
Y sobre todo, no repetir vicios y errores que llevaron a la desunión. Tan funcional al antiperonismo, y a que más de un traidorazo, como el aventurero político Michel Piqueto, se subiera el precio como "señor gobernabilidad".
También de incio, llamar a una concertación con los actores económicos productivos para decirles que la guerra terminó y hay que poner en marcha el país.
Y sobre todo, no repetir vicios y errores que llevaron a la desunión. Tan funcional al antiperonismo, y a que más de un traidorazo, como el aventurero político Michel Piqueto, se subiera el precio como "señor gobernabilidad".
El frustrado aspirante a Bolsonaro argentino, haría bien en iniciar lo más pronto posible los trámites para el ingreso al geriátrico político que le deparó ayer la dura realidad.
Más áun, tras el nulo aporte de votos y aliados con que el "efecto Picheto" retribuyó la decisión de Macri por llevar semejante piedra calcárea como vice.
En frente acechan los buitres de siempre. Los que quieren
disciplinar al nuevo e inminente gobierno popular, para que continue un ajuste
sin fin. Un sesgo de “reformas” impopulares (en los hechos pérdida de derechos
sociales y previsionales), acompañada de una mayor transferencia y
concentración de la riqueza. Las mismas lógicas y anteojeras ideológicas
(conservadoras) que llevaron a fracasar con un costo social atroz, al malogrado
félido y a su hiénida subordinada.
Ya lo dijo Tío Alberto, en Rosario ante 200
mil personas. "Si claudico, salgan a la calle y haganmeló saber”. La
futura Presidenta del Senado, asentía muy cerca de él.
5 comentarios :
Me ofrezco a consolar a Mariu. El tono bebota a mi me iba.
Jaja,y hacele unos tiritos.Dentro de poco va a tener tiempo libre...más tiempo libre quiero decir,
Corte de boleta a favor de kichi. Me encantó.
Polo, tenés que producir más seguido. Lo tuyo es de refinada calidad y además contundente
Cha gracia, compañero. Voy a tratar de retomar el "blos".
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