CRISTINA ARRANCA PRIMERA- MASSA ESCONDE A STOLBIZER-¿DÓNDE ESTÁ EL HOLOGRAMA DE RANDAZZO?

FERNANDA VALLEJOS EMPATÓ TÉCNICAMENTE CON OCAÑA:
Finalmente el aparato estatal controlado por el macrismo se dignó a dar a conocer los resultados definitivos de las PASO en Provincia de Bs. As. certificando lo que todos sabíamos a las 4 AM del lunes 14 de agosto, cuando Cristina anunció haber ganado esos comicios preliminares. 
Los números comparados con las PASO 2015 arrojan algunas similitudes, a saber: el entonces FPV obtuvo el triunfo con 3,3 millones de votos. En tanto que el neoliberalismo de vereda derecha o macrismo sacó 2,5 millones de votos, y el de la avenida del medio o massismo, 1,6 millones.  
En las primarias de este año, los Ciudadanos Unidos sucesores del FPV, sumaron 3.230.000 de sufragios. Y las dos principales listas anticristinistas redistribuyeron sus votos: los de la vereda Pro 3.200.000, y los híbridos FR 1.450.000 votantes. 

Por su parte con 550 mil votos se agregó una tercer lista con un eje discursivo antineoliberal, pero en la praxis muy funcional al oficialismo, tanto en las votaciones de proyectos entreguistas en el Congreso (¿No, Abal?) como en su actitud fragmentadora -minoritaria pero fragmentadora al fin- de la oposición al modelo de M. 
Como vemos, nominalmente el peronismo K mantuvo casi sus cantidades, sufriendo una mínima merma de 70 mil sufragios. 
Empero retrocedió en términos reales, si tenemos en cuenta que en las PASO 2015 participó el 74% del padrón, en tanto que en las recientes lo hizo el 77% y de un padrón más grande, por la incorporación de nuevos votantes que alcanzaron la edad para votar. 
Y allí radica la diferencia de las primarias 2015, cuando el peronismo K obtuvo el 40% con 3,3 millones de votos, y las dos listas anti-k principales el 30% y casi el 20%, respectivamente, sumando 4,1 millones de votos. 
En tanto en las primarias de este 2017, la lista de Cristina obtuvo el 34,30% con 3.230.000 votos; y las dos principales listas no K: el macrismo con el 34,06%  y el massismo con el 15,41%, sumaron casi el 50% otra vez, y reunieron 4.650.000 votantes. 

Y si bien algún Rosendo Fragote podría amañar estos números para el molino de la continuidad oficialista, no podrá ocultar otro dato objetivo mucho más contundente en lo que hace a la confrontación macrismo vrs. la totalidad de la oposición (sea esta dura, laxa o declamativa): el modelo macrista de ajuste perdió las PASO bonaerenses por 34,06% a 65,94%. 

RELATO M POSTULA NO UNA DÉCADA SINO UNA MENSUALIDAD GANADA:

Para octubre pese a la mínima diferencia entre la ganadora al paso Cristina y la derrotada Vidal, el oficialismo y su cadena replicante intenta instalar que la victoria macrista es poco menos que un hecho y por un amplio diferencial. 
Dicen en su relato que en octubre la economía estará “volando”, la gente consumirá perceptiblemente y la inflación será baja. 
Y eso hará que los bonaerenses vayan corriendo a las urnas a votar por los bodoques de las listas amarillas. 
Sin embargo, reconocen que en noviembre a la economía se le correrá el maquillaje electoral, pues ya han anunciado para después de los comicios, tarifazos, suba del dólar y ajustes ante el rojo fiscal. 
Es decir que aunque los votantes en octubre “perciban” una economía M en fuerte recuperación, saben aún los más negacionistas, que será un espejismo efímero ante los inminentes aumentos de precios que volverán a pegarle al bolsillo. 
El cual en el ciclo M viene padeciendo entre otras cosas, el aumento en el precio de los alimentos básicos en un 54%. Y en este mes de agosto, supuestamente desinflacionario, los precios de los supermercados subieron un 3,2%. en promedio (¿No era que la devaluación no se iba a trasladar a precios, Peña Braun?). 
Siguiendo con este mes, los raros números del Profesor Todesca, estarían mostrando un 1,5% de inflación total, pero con la inflación núcleo más alta: casi 2%. Lo cual técnicamente indica que es un verso absoluto que el aumento del costo de vida esté controlado por el gobierno.
Y los electores más informados, aunque bombardeados por la prensa oficialista, conocen los tremendos desequilibrios macrieconómicos, que se agravan aún en un año que empieza a mostrar un demorado rebote con respecto a los bajísimos números del desastroso año pasado. 
Un ejemplo notorio es el endeudamiento externo que se acumula y cada día pesa más en el déficit de las cuentas públicas, con el peligro a mediano plazo que eso conlleva. 
Otro es un penoso record que la subgestión amarilla está consolidando: el peor déficit comercial de toda la historia, superando al de 1994. En buena parte merced al rojo-rojísimo en el intercambio con Brasil. 
Macri lo hizo. 
En 2018 todo amenaza con empeorar, si se confirma el Trumpazo a las exportaciones argentinas de biodiesel a EEUU, que rebanarían 1200 millones de dólares de las divisas que se necesitan como el agua. Y para peor, provocarían una baja de precios en toda la cadena sojera, ya sea en lo que hace a las exportaciones de aceite como de poroto de soja. 
Faurie, ese experto en ceremonial y compras infladas de la época menemista,  que por esas cosas acomodaticias terminó aterrizando como canciller nominal del macrismo, declaró con sagacidad haber visto “una inserción” luego de la visita del vicepresidente enloquecedor del tránsito porteño, el yanqui Pence. 
En efecto no estuvo errado, solo que por los resultados de las sanciones comerciales que anunció Trump, la inserción fue en el medio del tujes del infragobierno. 

MASSA ESCONDE A LA DRAPIE DE STOLBIZER:
Volviendo a las elecciones, en octubre se agregarán unos 3 o 4 puntos porcentuales de electores que no votaron en primarias. Unos 300 mil. 
El macrismo dice que son en su mayoría votos propios y que seguirá esquilmando el caudal massista. 
Los Ciudadanos Unidos que ayer festejaron el triunfo de la liebre invicta contra el gato en el estadio Atenas de La Plata, por su parte confían en que: 
1)Esos 300 mil se repartirán en forma proporcional y mayoritaria entre las dos principales fuerzas; 

2)El massismo muestre resiliencia y voto fidelizado, y no se siga desflecando más que en un porcentaje mínimo. 
¿Y qué está haciendo Massita para sobrevivir políticamente? 
Cosas básicas como dejar de mostrarse en fotos con la gorda piantavotos Stolbizer, ampliamente derrotada en la interna del honestismo hipócrita contra Carrió y Ocaña. 
Y peronizarse a su modo, es decir bajo el slogan "ni macristas ni cristinistas", una suerte de "ni yankis ni marxistas" para ofrendar a la deshilachada liga de gobernadores peronistas colaborativos. 
Es decir se anticipa a mostrarse con su escuálido 15% de los votos bonaerenses como un candidato para la rosca interna del 2019. 
Un acierto de STM fue ir a apostar en la elección del 8 de octubre a gobernador de Corrientes, por un candidato fuerte localmente como Camau Espíndola. 
Paradójicamente estas movidas de un enemigo declarado de Cristina, a los ciudadanos unidos les conviene tácticamente que tengan algún éxito relativo. 
Por obvias razones ya expuestas: que el massismo no se extinga como el finado De Narváez, y su centro derecho target electoral no emigre en forma mayoritaria al macrismo. 
3) Que el PJ La Florería,  sea abandonado por aproximadamente un 50% de sus bases que no quieren ver ganar a Macri. 
Y que pese a no querer demasiado a Cristina, podrían hacer un vuelo de calidad a la fórmula que más fuertemente expresa la oposición al proyecto de M.  

HOLOGRAMA RANDAZZO CAMINO A PERDER SU ÚLTIMO TREN:

Siguiendo con el golpeadísimo espacio floral, las declaraciones de los capitanejos del randazzismo puro y duro (tildado de “grupito de estúpidos”, por un intendente de tercera sección de pocas pulgas, que suele hacer declaraciones así de secas) permiten inferir que el extraviado maquinista perderá otra oportunidad de posicionarse de cara al futuro.

La primera chance que tuvo fue a mediados del año 2015 (es decir hace diez minutos históricos) cuando Cristina con números fiables en las manos le dijo que no podía pegarse a él en una interna, por más que se ofreciera en aquel entonces como un fanático garante del proyecto.

Es que Floripond hace apenas dos añitos exudaba tanto ultracristinismo como Bossio o Abalito, entre varios conversos hoy muy antis. 
Y Scioli era el perenne candidato próximo a traicionar, quien de ser electo presidente dejaría “manco al proyecto”.

Trenazzo se sentía en 2015 en la cúspide de su imagen, y siempre acompañaba muy sonriente en los carteles a Cristina, aspirando a heredar su potencia electoral. 
Empero, nunca es tan fácil y lineal la transferencia de votos, y Randazzo cotizaba tres o cuatro veces menos que Scioli en todas las encuestas. 
Por lo tanto una eventual interna con Scioli tenía final cantado y carecía de sentido.

Cristina le ofreció apoyarlo en nada menos que una candidatura única como gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Lo más importante desde el punto de vista político, después de una postulación a la presidencia.

No hubiera existido una operación “morsa”, acusándo a Floro de triple homicidio narco con la sola prueba del testimonio trucho de los propios asesinos materiales.
Aunque sí con certeza, la cadena magnética hubiera sacado a relucir algunas debilidades y mohines de millonaire de Floro, tal como su colección de carísimos relojes Vacheron Constantin y Bulgary, y los autos deportivos de alta gama que estaciona frente a las mansiones de los campos que comparte con su familia. Seguramente hubiera habido algún que otro carpetazo periodístico, acusando al chivilcoyano de corrupción en el manejo de los miles de millones que administró en sus ocho años como ministro. 
Y aún así, al prescindir el entonces oficialismo de la interna fratricida por la candidatura a la gobernación, puede decirse sin que suene descabellado contrafácticamente, que Randazzo se hubiera impuesto a Vidal y sería el actual gobernador de la provincia más relevante del país. 
Es conocida la irracional y caprichosa respuesta del ex ministro.

El segundo tren que se le fue a Flowers fue el de hacer otra cosa que permanecer silente, inubicable y fuera de escena hasta hace pocos meses.

Si hubiera subido el perfil desde el minuto uno del desgobierno macrista, tal vez hubiera tenido mejor suerte el intento del numeroso grupo de legisladores bonaerenses que le respondían ("dían", tiempo pasado). 
Me refiero a la movida randazzista de fin del año pasado por desplazar al dócil massismo como autoridad de cámara bonaerense, con los beneficios presupuestarios que eso representa. 
Quizas hubiera contado ese intento randazzista con más masa crítica de legisladores opositores, o al menos no hubiera fracasado en forma tan precoz y rotunda.

Asimismo, un Randazzo con rodaje permanente, se hubiera instalado con más fuerza en la consideración de los intendentes del conurbano, en lugar de ser rápidamente tildado de “candidato livianito”, por la gran mayoría de ellos.

El tercer tren al que no se subió el chivilcoyano fue el generoso (generosísimo a esa altura) ofrecimiento de Cristina para que encabezara la boleta de diputados para estas elecciones. 
Fue en la última charla que tuvieron en el departamento porteño de CFK, a escasas horas del cierre de listas para las PASO. 
La respuesta de Floripondio fue bastante desubicada además de desagradecida, atento la diferencia de peso específico político entre una y otro. 
-)Floro Randazzo: No estoy aca por un carguito, Cristina. Yo te contraoferto que te bajes vos (sic, recontrasic) y que el que te reemplace, compita conmigo en primarias para debatir de cara a la gen… 
-)Cristina: Florencio la gente en los barrios pide por mi de candidata, no te nombra a vos para nada. 
-)FR: Cristina no nos hagas perder a todos.
-)CFK: Florencio no hagas perder a los intendentes que te apoyan sus concejos deliberantes. Reflexioná, pensá, sólo eso te pido. 
Y luego de su Guayaquil en pequeña escala, Pelotazzo tuvo que ir a dar explicaciones a los intendentes, muchos de los cuales (salvo Bali Bucca que terminó ligando ser cabeza de lista del tramo de diputados) quedaron bastante calientes por haberse enterado por la prensa de esa oportunidad de oro para zanjar diferencias y que no se produzca otra fractura, aunque sea pequeña pero fractura al fin, en el peronismo bonaerense. 

El último y cuarto tren que todo indica, el veleidoso chivilcoyano está por perder, es el de no bajar el tramo de senadores de su boleta. 
Con eso podría dar una prueba de renunciamiento que lo honraría, pues sería una clara señal política de que juega por un peronismo unido para enfrentar al ceoliberalismo agrandado por su tercio dominante, por el dinero de las cajas que manejan en forma obscena y por el relatado y exagerado reflejo de su paupérrima gestión en los medios oficialistas. 
Y para que un compañero de probada integridad y compromiso como Jorge Taiana, ingrese al Senado en lugar de la coleccionista de imputaciones judiciales y sobresueldos, Griselda Gonzalez de Mosca. 
Después si quiere, FR tendría tiempo de cara al 2019, para plantear su enojo con Cristina y su deseo de que no vuelva a postularse. 
De perogrullo es que en la mente de Floripond, además de su resentida mezquindad, que le hace preferir que gane el macrismo a Cristina, está la empecinada apuesta que no paga dos pesos, de conservar su módico menos del 6% de los votos en octubre. 
Y con ese reducido capital tener dos diputados nacionales y alguno provincial para mostrar en una futura movida por el control del PJ. 
Como dice el propio Trenazzo, “no queremos votar por este presente difícil y complicado, queremos votar por el futuro”. 
Como consigna es un poco más sofisticada que la robótica y unimembre “cumplir”, pero no deja de ser estrafalario que les proponga a sus votantes de 2017 que voten por el 2019. 

En octubre se verá si la pomposamente denominada renovación randazzista, tiene algún vaporoso futuro como pretende su puñado de dirigentes.  

O sí, a raíz de los fuertes movimientos centrífugos que se observan, resulten últimos por detrás del trotsquismo, quedando su errático conductor muy debilitado. 
Hundido junto con su ego.