D.O.S.: DE PLAN B BAJABA A PLAN Z ¿AHORA ES "B" OTRA VEZ?

La tragedia platense no sólo trajo muerte y drama. También como en otras desgracias, sacó nuevamente a la luz el gen solidario del argentino. Ya sea encuadradas dentro de estructuras estatales, municipales, o de movimientos sociales, como en la esfera de ongs y redes solidarias, incontables personas se vuelcan a ayudar a las víctimas y tender una mano. La sociedad reafirma ante el dolor que, con todas sus taras, prejuicios, clasismos y defectos, es en esencia un colectivo heterogéneo que ansia el bien común. Por supuesto que la realidad, lejos de ser bucólica y heidiana, exhibe a sectores minoritarios que festejan en silencio la muerte y el desastre, en función de sus cálculos y especulaciones en la lucha por el poder. Los mismos que en una faceta más materialista, se entusiasman ante fallos favorables a los fondos buitres, o entran en extasis cada vez que el dólar ilegal es inflado artificialmente por cuatro o cinco operadores financieros. El "cuanto peor mejor" de la izquierda paleolítica, tiene su réplica en determinados actores del mega empresariado, no por ceguera o autismo ideológico, sino por compulsión capitalista de rapiña a expandirse sin mayores escrúpulos y consideraciones hacia el conjunto. Ávidos de transferencia de riqueza, rápida y descomunal, como así tambien de licuación de costos salariales y pasivos acumulados, han aprovechado las sucesivas crisis terminales de la economía criolla, del 79/80, del 89/90 y del 2001/02, para tales fines de crecimiento y concentración. En el plano político, no es un secreto que estos sectores antes de la inundación, festejaban y consideraban prácticamente hecho el pase de Scioli a la oposición, ya sea en abierto desafío, o maquillado con una pátina de victimización por una supuesta expulsión desde el propio kirchnerismo. De perogrullo es que DOS, tendría entonces asegurada una cataratas de elogios y tratamiento algodonado sin fisuras en los diarios corporativos y sus repetidoras audivisuales. Una patética y pueblerina muestra de ello fue el caso Peralta. Hace pocos meses, era un gobernador santacrucificado como el gran corrupto del sur, en el programa televisivo de la marsopa magnética. Hoy es ficcionalizado como un freedom fighter de la república. "Una bocanada de aire fresco", en palabras del candidato techintnesco Bobby Lavagna, "un verdadero peronista", en boca del quinto integrante de la Mesa de Engarque, Momo Venereas. Veremos en las PASO si le da la nafta a Peralta, o si lo suyo se trata de una remake de la parábola del enanito Das Neves, y termina siendo eyectado al destierro político por los intendentes de su provincia patagónica. Volviendo a DOS, más allá de torpes e imprácticas jugadas del lañatense (tal vez la más simbólica en términos irritativos fue la cena con Cobos Iscariote), es posible que la tragedia platense lo lleve nuevamente a pasar de estar en la letra Z de la consideración del FPV, a volver a ser el plan B. Va de suyo que, para la sobrevida de "la continuidad con cambios" se requiere un gesto sine qua non del ex campeón motonaútico. La bendición sciolista a la lista legislativa del colombiano del Ella o Vos, y de su valet parking, el hermano Pepe Judas, nunca podrá tener lugar. Ni bajo la luz del sol, aportando candidatos de la Juan Domingo, ni en las sombras de las dobleces punteriles. La mortífera inundación ha cambiado la dinámica de las cosas. Desaconseja todo aquello que pueda leerse como canibalismo político a los ojos de una sociedad conmovida.