TREMENDA BOLA DAN SENADORES OPOSITORES A EDITORIALISTAS REPSOLEÑOS Y A MAURIZZIO:

Es sintomático el resultado de anoche en la Cámara del Senado dando media sanción a la recuperación de YPF, teniendo en cuenta el tradicional seguidismo profesado por la oposición, a los pliegos de condiciones bajados a diario por los plumíferos estrella de Tito Mañeto y los Saguier.
Un 63 a 3, no es un “amplio” o un “fuerte respaldo” como titulan hoy, de modo graciosamente eufemístico, sino más bien una rotunda paliza efectuada casi por unanimidad.
Lo que en leguaje metafórico maradoniano se traduciría en “LT(re-contra, ultra)A”.
Y eso que Jazmín Moraleja le puso garra a una reciente columna suya en The Nation, dando vueltas en torno a los números de Poliarquía y Menage and fruit, para hacer una libre interpretación de los sondeos, que lo llevó a postular la tesis que sostiene que: “el apoyo a la confiscación no es tan mayoritario como se esperaba”.
Sin embargo esta vez los muchachos boinales -a diferencia de su voto respecto a las AFJPs- no fueron detrás de ese filón del 25 o 30% de la porteñidad y del primer cordón bonaerense aún permeable al discurso noventista, sino que, con buen criterio, se hicieron cargo de lo mejor de su historia (V.G.: Yrigoyen, Mosconi, Illia).
No así de lo peor de su historia, dado que en sus discursos, pretendieron dar cátedra de nacionalismo económico, olvidándose de las dos últimas experiencias de gobierno radical, pródigas en agachadas y genuflexiones al capital trasnacional.
En la última de ellas, cuando procuraron gestionar el país con la pasantía de De la Rua y el grupo Sushi, y ante una YPF por aquel entonces recientemente privatizada, no se escuchó una sola voz del centenario partido, planteando la necesidad de reestatizar la petrolera que fundara el General Mosconi.
Y de haber existido -en esos tiempos de banelcos para sacar la ley de rompeculización laboral a pedido del FMI- lo hubiesen expulsado del partido sin más trámite.
Del mismo modo, tampoco los ex grupo Ajj del radicalismo, pueden chapear con que al menos uno (1) de ellos, haya presentado un (1) sólo proyecto de reestatización en el período legislativo durante el cual gozaron de una mayoría circunstancial.
Por la sencilla razón, de que no hubo idea, borrador, paper, o comentario alguno en tal sentido.

Asimismo, ningún peronista ignora que el Movimiento se debía una autocrítica por el crimen histórico de haber entregado YPF en los 90, dado que ni siquiera los paises de la región que por esos años, se metieron de cabeza en los postulados del Consenso de Washington, llegaron a privatizar el manejo de su petróleo.
Nosotros sí, y lo más doloroso, lo hicimos durante un gobierno nominalmente justicialista.
Por supuesto que no hablo de pedirle perdón al senador Moralito, como exigía ayer este muchacho de pétreo rostro y desconocidos antecedentes en la lucha por la reestatización, sino de hacer un desagravio a la historia y a la doctrina económica peronista, traicionadas en la segunda década infame.
Anoche se empezó a dar, en los hechos y no sólo en las palabras, un gran paso en ese camino del desagravio.
Del mismo modo, los errores de la política hidrocarburífera de los últimos años, la permisividad que se tuvo con Repsol, hasta que estallaron ostensibles los signos de depredación y deterioro fiscal, deben ser reparados con una praxis que recupere la productividad y el autoabastecimiento en el menor tiempo posible.
Y lo más importante, pueda de aquí a un lustro o menos de una década, explotar las riquezas del yacimiento Vaca Muerta de Neuquén, que permitirían al pais (tras motorizar una importante inversión, por tratarse de recursos muy costosos de extraer) recuperar un horizonte de disponibilidad de grandes reservas de petróleo y gas, en manos y control de todos los argentinos.

Y hablando de autocríticas, los que fijan la línea editorial del tándem Clarín-La Nación, se harían un bien en hacer una, para tratar de entender por qué tantos senadores anti-ks, ya no le dan la menor bola a su opinión publicada, muchas veces amenazante para con los díscolos a ella.
No parecen registrar la sepultura del modelo neoliberal, no sólo aquí sino hasta en la misma Europa.
Tampoco demuestran advertir que son demasiado condescendientes con un bon vivant que acumuló millaje viajando 320 días desde que asumió su puesto de alcalde.
Es decir que insumió en travesías casi un año de los 4 años y monedas que lleva de mandato.
No parece ser este líder trashumante, el más adecuado en términos de sacrificio y peso específico, como para apostar tantas fichas electorales por él, en las oficinas directrices de las empresas periodísticas enfrentadas al gobierno.

De cualquier manera, teniendo en cuenta como se tradujo en guarismos en la votación de anoche,el encarecido pedido de Maurizzio en conferencia de prensa, a fin de que los legisladores opositores votaran por la negativa, hace bien el subtífugo en estar lo más lejos posible de la escena.
Por ejemplo, paseando por Berlín con su nueva consejera política.
Me refiero a la pequeña Antonia.