SAN NESTOR CRISPADOR:

27 de octubre, es la mañana de un feriado, me llama mi vieja.
-"Murió", solo me dice. No hacia falta preguntarle de quien estaba hablando.
Tocan el timbre por el censo.
Atendemos a la censista con los ojos nublados, ella también llora.
-"Vámonos al carajo". Le digo a mi mujer. "No aguanto estar en una ciudad gorila un día como éste".
En el camino a la Panamericana, siento furia y me juramento: "si un hijo de remil puta toca la bocina festejando, me bajo y le hago mierda el auto".
Ante mi sorpresa, nadie demuestra estar contento, en un semáforo miro a los costados y hay gestos como de estupor, y en muchos casos de tristeza.
Tomamos una huella campera, dejamos el auto por ahí, y empezamos a caminar por la orilla desolada de un arroyo.
En un recodo, la alfombra amarilla de un lirial, nos hace internarnos en silencio.
Es una tarde celeste de una belleza incalcable, pero sentimos una pena mucho más intensa, por contraste.
Nos sentamos a la sombra de un sauce, a lo lejos pasa una tropilla de bagualos.
Mi mujer dice:
-"Tenemos que volver, van a traer a Nestor para que lo velen en la Rosada. Hay que estar ahí".
-"¿Cómo va a hacer Cristina para seguir sóla, debe estar destruída?". Me pregunto en voz alta.
-"Va a poder, vas a ver. Ella es tan dura o más que Nestor". Me dice con tanta certeza, que me sacude el dolor.

La cola en la Plaza es kilométrica, el mofletudo viceconspirador sirve para descargarse un poco.
"¡An-da-te Cobos, la puta que te parió!".Cantamos varias veces.
"¿Te imaginas lo que podría pasar si a ese sorete se le ocurriera venir a figurar aca?", pregunta uno.
Y no, mejor que ni se le ocurra.
Hay tanta gente, casi nadie encuadrado, casi todos por su cuenta.
Espontáneos nestornautas saludando a un inolvidable Juan Salvo, que ya no volveremos a ver.

Es el día siguiente, muchos con ropa de oficina, con los ojos en lágrimas.
Un viejo peronista que dice:
"Esto me recuerda tanto al día que murió el General".
No le contesto, porque de ese día sólo recuerdo las imágenes del documental alfonsinista "La República Perdida", y además porque no estoy de acuerdo.
Es más histórico que ese día, porque aquella vez quedaron a cargo Isabelita y Lopez Rega, y ahora está Cristina, y está todo este piberio, que sale de no se sabe donde y que sigue llegando.
Un futuro que sigue llegando.
Hay uno con una remera con una leyenda ricotera: "Fue mi único héroe en este lio".
No puede haber mejor síntesis de lo que está pasando.

Aeroparque, pasa el auto que tiene el ataúd de Nestor, saco una foto para subir a un humilde blog que nunca sube una foto.
Voy hacia el portón que da a la pista, hay empujones y una pequeña pelea, un cana imbecil le tira gas pimienta a uno de un movimiento social que no viene al caso. Sus amigos enfurecen, uno con una caña tacuara la usa de lanza y por poco no le arranca un ojo a otro policia.
Me meto, forcejeo y le saco la tacuara, pero un grandote me empuja y me hace volar contra la reja. Llegan compañeros para separar y uno sensatamente dice:
-No seamos boludos, no le demos letra a Clarin.
Se calma todo, fueron apenas segundos.
Por suerte ningún periodista ni fotógrafo registra esa nada en medio del todo de un día histórico.
El avión despega y San Nestor vuela a su sur.
Ya es un eternauta de Suramérica, de la Casa Grande.
Llovizna, camino de regreso varias cuadras ensimismado, pensando que la muerte no puede vencer, que todo recomienza.
Una larga caminata esta que lleva 66 años andando, desde que unos pies obreros se reflejaron a la historia, en las fuentes de la Plaza.
Era el mismo mes de octubre.
Unos pies que continuaban con otro largo trajinar.
Un pueblo peregrinando desde hace más de 200 años.
Hoy CrisPasionaria lidera esta larga marcha.
Y una Nación con los dedos en "V", camina junto a ella.