Resurreccion y taras

Lili resucitó entre los muertos de junio y ahora es la jefa de la opasición, con todas sus taras y su hedónica compulsión a largos descansos en Punta del Este ("me voy al mar hasta abril", anunció la gurú como primera medida en su rol de lider). Enfrenta asimismo, una rebelión en la granja de los 8 aristas que no quieren habitar la galaxia de centroderecha, la distancia de los senadores fueguinos de Fabiana Rios, y la frialdad socialista de Hermes Binner.
Esta por verse si, con Stolbizer como avanzada troyana, pueda arrastrar hacia su molino a una suerte de panradicalismo opositor, cooptando al desahuciado Moralito, a Negri y a las envejecidas estructuras partidarias boinistas. Más improbable aún, es una confluencia con Macri, que la detesta, aún cuando la más humana Gaby no deje de "tirar buena onda" a su amiga Lilita.
En la coalicción libertadora todo indica que pesarán ubicuas figuritas como Bullrich, Chirolita Perez, y liberales ortodoxos "sensibles" como Prat Gay o Del Sel (que algunos medios no dejan de elogiar porque les adjudican "garantia de previsibilidad", "capacidad de gestión para gobernar", y otras sandeces gaseosas por el estilo).
Lo que es seguro es que ya no hay lugar para socialdemócratas como Macalusse, Raimundi o Maffei, que cofundaron el Ari en un tono de centroizquierda, hoy lavado e irreconocible, al adoptar un discurso de tufo derechoso. Verbigracia: la hipócrita alusión a la reconciliación con los militares genocidas, la defensa acrítica del campo ("no agredir al campo que es nuestra madre que nos dio educación"), que ultimamente la llevó a desnostar el aumento de las retenciones a la soja.
Ganó en 7 ciudades portuarias donde habitan "ciudadanos urbanos bienpensantes, de clases medias y altas que quieren salvar a las clases bajas embrutecidas y semiesclavizadas por Hitler", según el curioso relato neogorila de la pitoniza. Nadie, sin incursionar el ridiculo y el absurdo puede teorizar seriamente que la clase alta, rentística, celosa defensora de sus privilegios, fugadora de capitales, evasora compulsiva y concentradora de la riqueza, busque rescatar a los pobres de su estado de sumisión. Para la antologia de sus sentencias estólidas.
Con relacion a esas 7 ciudades, cabe recordar que Carrio se impuso en 2003 en dos de ellas (La Plata y Mar del Plata), con sus aliados socialistas en una (Rosario) (Nota al margen: En 2003 el FPV salió 4º en la chicago argentina, y en estas últimas elecciones, segundo a 8 puntos de los coaligados ). Lopez Murphy por su parte se impuso en 2003, en cuatro de estas ciudades (Capital, Bahia Blanca, Vicente Lopez y San Isidro), siendo su escolta la mismisima pitoniza.
Es decir que Carrio conservó las tres ciudades portuarias que ya tenia, y amplio sus "dominios" a las cuatro que votaron por Murphy, lugares como se ve, poco adeptos para el peronismo.
La construcción política de Carrio se basa principalmente en un discurso mesiánico y personalista (la institucionalista declamativa no es muy amiga del dialogo democrático puertas adentro). Provocadora, divide en su visión sesgada. a la sociedad entre "buenos y malos", "moralistas y corruptos", "republicanos y nazis". Todo mistificado por la virgen del Carmen y amplificado mediaticamente por periodistas complacientes que no se molestan en repreguntar ante sus flagrantes sofismas. Su liderazgo atravezó marejadas donde se puso de moda, cayó en desgracia y volvió a ponerse de moda. Abrevó antaño en ex-frepasos y radicales progres, para luego de su última mutación ir por el voto lopezmurphista del 2003, endulzando esos oidos neoliberales con lo que quieren escuchar. Sin embargo, no se pierda de vista que sus votantes no la siguen con ciego fanatismo, sino que ejercen muchisimo corte de boleta para cargos legislativos y sobre todo para comunales (en estas 7 ciudades solo Rosario, tendrá como intendente a un aliado suyo, y para colmo crítico de sus desvarios).
Es este 23% en definitiva, un voto en gran medida más antiperonista que Carrioista, proviene de un segmento que la votó por descarte, y que la abandonará cuando otra vez demode, los harte con su inestabilidad emocional. En Capital Federal, regresarán al golpeado partido del alcalde Flanders (de pavoroso desempeño en octubre), o bien alzaran esperanzados otra estrellita fugaz en el firmamento tilingo.