PÉSIMAS NOTICIAS PARA MAURIZZIO

La fantasía del sub-alcalde ascolita de llegar a sentar su cuartos traseros en el mal llamado sillön de Rivadavia, sufre rudos contrastes con la dinämica realidad del día a día. No me refiero a un asesor de imágen, muy hijo de remil puta en sentido ecuatorial (copyright troesma Artemio) sino a los cacareados "2 millones de votos" macristas en las legislativas. En efecto, dicha cifra es una construcción del marketing prrro, así como lo es la utilidad estructural del carísimo metrobus de la 9 de Julio, de apenas 25 cuadras de extensión. Veamos: podría decirse que los votos Pro en Asco City son "puros", o que poner a un ex soplapitos de candidato cordobés fue un acierto "estratégico" de Maurizzio, aportándole una cabecera de playa a su partido en esa provincia. Empero, ya no es tan amarillo el caudal de Torreta del Sel en Santa Fé, al decolorarse en alianza con el reutemismo. O los sorpredentes sufragios de Corky Mac Allister en La Pampa, toda vez que allí pateó en contra del gobernador peronista Jorge, un cacique pampeano como Verna, y tal vez otro como Marín. Del mismo modo en Entre Rios, el bobina -pero sólo de carroceria, más no de chasis- Alfredo De Angeli, quien lograra una senaduría postergando a los boinas pálidas de dicha provincia, ha anunciado que no formará bloque con los dos senadores Pro ascolitas. A traves de su aliado Busti, podría verse aquí la larga mano del flautista de Tigre, rascando la olla del minoritario peronismo derechoso en el Senado (con Romero, Reuteman, tal vez Rodriguez Sáa y muy posiblemente De Angeli, podría formar una módica pero visible bancada). Su competidor por el espacio de centroderecha, Maurizzio, en cambio ha quedado como un bobinardo al promover al ruralista al Senado, borocoteado incluso antes de asumir. Se lo había advertido el puntero Pro de Entre Rios, conocido como Mandy Saliva (sic) al armador de estructuras desarmables, Monzó. "Este gordo es un chanta, nos va a cagar seguro", previno con la fuerza de un escupitajo y no fue escuchado. Una lástima, pues Maurizzio ahora debe restar a su exagerada cuenta de votos "puros" el 23% provincial que obtuvo Alfredito. En cambio si hubiera apoyado a Saliva, sacaba un genuino uno, a lo sumo dos por ciento. Son pocos votos es cierto, pero de ciudadanos entrerrianos convencidos de que Maurizzio será presidente.