UN PROBLEMA PARA TACUARÍ RESUELTO CON UN BOTELLAZO:

Mientras varios vecinos del centro rosarino, saludaban con aplausos agradecidos el gesto de la presencia de Crispasionaria, y una rescatista incluso se abrazaba conmovida a ella, no faltaron algunos insultos y hasta un botellazo que rompió un farol (arrojado por un energúmeno que tal vez ni siquiera sea habitante de la zona afectada). Esa bronca es de manual en Argentina, cuando suceden este tipo de tragedias que evidencian un cierto azaroso grado de vulnerabilidad con el que se convive. Y que obligan a replantearse como hacer para que las normativas de seguridad en tareas de riesgo se cumplan siempre, para que los controles sean rigurosos, para que se capacite y seleccione con mayor profesionalidad al personal involucrado, etc. No pueden admitirse semejantes y absurdas masacres provocadas, ora por un maquinista distraído o medio dormido que acelera y acelera un tren con señales amarillas de advertencia, ora por un gasista que no corta una llave maestra y hace volar un enorme edificio (sin perjuicio de la responsabilidad de la empresa que determinará la justicia). Hasta parece un desahogo natural que surjan puteadas contra Dios y María Santísima. De perogrullo es que en Argentina la ligará siempre la máxima autoridad (a diferencia de otros países, sean o no del primer mundo, donde han ocurrido recientes catástrofes, en las cuales el error humano no estuvo ausente, además de la falla mecánica). Y vaya la mandataria o no al lugar de los hechos, no faltarán quienes la increpen por "a" o por "b". Más aún cuando estas puteadas son predireccionadas e incentivadas desde los medios de siempre. En tal sentido, hay que tener mucho coraje para ir a poner la caripela, más aún cuando el hecho excede la responsabilidad presidencial, como pasó en el diluvio de La Plata del ineficaz Bruera, en el inundado Barrio Mitre de Saavedra, o ahora en esta mortífera explosión en la Rosario "socialista". Asimismo, disponer días de duelo nacional y el cese de todo acto de campaña, son actos que no por obvios resultan menos destacables. Todo ello le impide a los carroñeros reinstalar rastreramente la mentirosa ficción de una Cristina indiferente ante las tragedias. En lo que hace a la responsabilidad institucional en cambio, no debemos descartar ninguna opereta a montarse. Es que un periodista corporativo siempre obedece el precepto religioso de tabloide que señala: "no dejes que la realidad te arruine una tapa". En tal sentido, el periodista que sufrió una grieta entre su ego y el Martín Fierro de oro que nunca ganó, probablemente esté rascándose su prominente abdomen y dando directivas a sus lacayos, para que operativicen alguna línea, forzada o directamente novelizada, que víncule a De Vido con la compañía Litoral Gas, de la cual salió el combustible que provocó la explosión. Esta compañía privada es de mayoría accionaria de capitales franceses y minoritaria de Techint (Nota: con certeza este dato jamás lo destacará el rollizo pepetudo, puesto que Cara de Rocca forma parte del bloque megaempresario pro-devalueta salvaje, en el cual se posiciona Tito Mañeto, jefazo supremo de Giorgio). Asimismo, no pocos excretatintas esperarían con ansiedad que se hiciera el acto de Lomas hoy y el de mañana en el Coliseo, para teclear parrafadas demagógicas e indignadas. No podrá ser, Ernesto T., ambos mitines FPV nunca sucederán. Empero, aún se mantiene el cacerolelazo del jueves organizado "espontáneamente" para que clasifiquen en las PASO los teflonistas Marta Turras y Yeimi Santrolo. Ante el gori-desfile denominado 8 puAj, los periodistas independientes lejos de cuestionarlo como un irrespeto hacia las víctimas, lo amplificarán N veces como otra pueblada. Esto es: si van 40 mil recoletenses a percutir al Obelisco, pues serán como por arte de birlibirloque... un millón, y cuatro millones en todo el país. País generoso que tiene diarios con semejante capacidad de multiplicación aritmética, que dejaría perplejo al profesor Paenza. Por supuesto no faltarán los carteles confeccionados de apuro con un, "Fuera, yegua asesina de Rosario", para mostrar en cámara. Volviendo al sofisma de una Cristina "indiferente", como se dijo ya esto es insostenible editorialmente. Incluso tampoco pueden compararla en inferioridad con Dilma Rouseff, quien hasta hace un par de meses era, "el espejo de estadista donde esta mujer debería mirarse". Hoy Dilma ha caído un tanto en desgracia mediática. En consecuencia, a los clarinetos les resta el recurso de la tergiversación exagerada del tipo, "Ultimo momento: casi linchan a la viuda de Kirchner indignados ciudadanos rosarinos". No se corresponderá con las imágenes tomadas por sus propios camarógrafos, pero pueden editarlo para replicarlo ad nauseam en zócalos y titulares. Es que en el uso de cadáveres con fines políticos, los plumíferos y microfonistas magnéticos pueden dictar cátedra durante gran parte de esta última década. La inseguridad, los accidentes viales, la gripe A, o el choque de trenes, lo mismo da. Si manó mucha sangre es aprovechable para pegarle al gobierno que menos le conviene a sus negocios oligopólicos diversificados. Por el contrario, cuando algún edificio, gimnasio o discoteca se derrumbó en la amigable CABA, hubo tibias y poco visibles críticas por los fallecidos (evitables de existir fiscalización efectiva en la descontrolada y sobreconstruída ciudad). Y en cambio sí brotaron elogios, "por el impecable operativo del SAME para atender a los heridos". En este caso, los pocos insultos y el botellazo de esta tarde, son los salvavidas para que Clarín-Nación puedan distorsionar todo y tirarle muertos por la cabeza al gobierno nacional, pasando por alto la jurisdicción de la intendencia rosarina y de la gobernación santafecina. En sus columnetas y programas, los magnéticos pueden pontificar en la comodidad de sus aclimatadas redacciones o estudios de TV, sin las molestias de arremangarse para llevar auxilio a un damnificado. Más aún, criticar con ferocidad cualquier tipo de ayuda organizada por militantes oficialistas (y poner el grito en el cielo si ven pecheras camporistas). Por último, el opinólogo que esté saliendo al aire, podrá ensayar su más lograda cara de aflicción para sobreactúar estar sintiendo mucho dolor. Después de todo los tacuarienses y mitristas son derechos y humanos.