LA ESTADISTA LILA TUITEA ALEGRE INDIGNACIÓN.

Recoleta ha revivido a su momia sagrada, a fuerza de golpetear instrumentos culinarios ateflonados y darle una nueva oportunidad a tan sibarita personaje. Las masas sofisticadas de North Asco City, están transmitiendo un mensaje político a los líderes que intentan representarlos. En el caso de Maurizzio, el subalcalde ha liderado el voto ascolita desde hace 8 largos años, con la excepción de las presidenciales del 2007 y 2011, de las cuales escapó como rata por tirante. Fuera de ello, ha ganado en legislativas nacionales de medio término y en las elecciones locales a jefe del ayuntamiento porteño. Ese panorama prrro ha comenzado a agrietarse. Los ascolitas están respondiendo en todas las encuestas que se preparan para un significativo corte de boleta, Lila-Micheta para octubre. Dicha tendencia se verifica en los guarismos, donde la extrovertida, movediza y poco productiva Gaby Chamuyetti mantiene un carismático liderazgo de derecha con rostro humano y tonadita de papa en la boca. Y lograría el primer lugar como senadora, junto a su coequiper Sanatilli, un colorado aún más chanta que Pancho el colombiano, su colega cromático de tonalidad de cabello. En tanto que en diputados, la cosa cambia, el rabanito Bergam ha hastiado a las masas finas con sus trabalenguas republicanos y juegos de palabras de superficial contenido filosófico-político. Al tiempo que nadie sabe a ciencia cierta que caratzo hizo estos años el rabanito en la Legislatura porteña, donde su florido kipá nunca tuvo el menor protagonismo. Lila, quien luego de la paliza de proporciones bíblicas que sufriera en las presidenciales de oktubre 2011 se sumió en la desazón, y se consoló comprando una héctarea en un paquetísimo club de chacras del partido de Exaltación de la Cruz. Allí comenzó a invertir los morlacos sobrantes de la campaña CC que logró encanutar sin levantar la perdiz. Estas divisas, fueron generosamente aportadas por empresarios maiamenses y algunos criollos de notable falta de visión empresarial, dado los pésimos guarismos obtenidos. Con la construcción de su palacete frenado en la etapa de colocarle el techo, Lila tomó conciencia de que su amado pueblo blanco de Recoleta y aledaños -el que le da 19 puntos de rating a su hermana barbuda todos los domingos- está decidido a resucitarla políticamente. Esto sería catastrófico para el prrro, un partido vecinal que intenta vender humo de estar en condiciones de pelear la presidencial en 2015. Sería un golpe mortal para tal bufonía, el tiro de gracia a la nuca de Maurizzio. Hasta el siempre optimista de la urna, el vejete cajetilla Fede Pinedo -quien suele verle el lado positivo a todo, pero sin transmitirle esa alegría a su cara- se vería en figurillas para explicar semejante desastre. El recoleto mensaje al prrro es que el ascolita en general, está comenzando a cansarse del marketing amarillo, en tanto observa a la ciudad cada vez más hecha merda, hacinada y nauseabunda. Por su parte Lila con su hiperbolismo mental, malinterpreta las señales que le envía su white people, toda vez que se la ve alucinadamente eufórica por estos días, incluso reflotando sus esperanzas de llegar algún día a la presidencia. Nada más insensato: el recoletense ama a Lelita, pero ni fumando tres días sustancia en el aguantadero de Pablo Marcheta y Viki Tonta, votaría por ella a la presidencia. Y si así lo hiciera, el distrito de Ascoland representa apenas el 9% del padrón nacional. De todos modos, anda a explicarle esto tan básico a la megalómana de naranjáceo cutis. Asesorada por modernos consultores, Lila ha incursionado en forma personal con la herramienta tecnológica y como parte de la campaña, se fue de compras a un supermercado recoletense, subiendo varias fotos de una excursión para stockear alimentos. Casi en tiempo real transmitió su indignación por el precio de los ravioles, sin dejar de sonreir porcinamente. Y se sacó simpáticas pictografías munida de un par de paquetes de papas fritas (sic, recontrasic). Intentando imitar el spanglish que tan visible y personal resultado otorga a los tuits de Cristina, Lila garabateó algunos en borrador: "Oh, My god, this serran ham is very suculent!"; o "The stanflation is terrible, I can´t eat like a pig. Mother fucker shegua is guilty!!". Pero fueron bochados por sus timoratos asesores, que le recomendaron un estilo gastronómico menos obsesivo y exaltado. Una pena, Asco City hubiera delirado con tan impactantes mensajes, y hubiera llevado a Lila a ser trending topic mundial. Otra vez será.