HUGO ANTONIO TRIACA NINGUNEÓ A SU SOCIO COLOMBIANO:

De perogrullo es que las concentraciones de Camioneros no son lo que eran hace apenas un par de años. De 150 o 200 lucas de gente que movilizaba Hugo Antonio con ayuda de gremios amigos en la 9 de Julio, o llenaba la cancha de River, fueron bajando más y más en cada actillo. Indisimulable y escuálida imágen de unos 20 mil con toda la furia dejó el acto de ayer, donde los verdes moyánicos ocuparon apenas un quinto de la Plaza de Mayo. Por su parte el contenido discursivo se fue degradando también. Hoy lo que vocifera Hugo Antonio se parece más a lo que decían esos sindicalistas liberales de los 90, como el plástico socio del Jockey Club, Jorge Triaca padre (Nota: Jorgito Triaca hijo-de-, es un economista ortodoxo liberal y dipu prrro, como no podía ser de otra manera). Esos noventa neoliberales a los cuales con mucha dignidad se opuso el camionero, ahora parecen resetear su "pensamiento", puesto que elogió a los empresarios y atacó al Estado (sic, recontrasic). La pantomima moyánica para convocar a un acto proselitista se basó en la lucha contra el impuesto a las ganancias, que alcanza a un 20% de los sueldos en blanco. Es decir que la pelea de Triaquita Moyano es básicamente por los de arriba de la pirámide de ingresos, sin ocuparse del 80% restante. Como así tampoco sin decir nada del tercio de la masa laboral que aún trabaja en negro (destacándose el rubro de su compinche el empresario rural Momio Venereas, donde el 70% de los peones continúa negreado). Y lo más imperdonable: hasta verdugueó a los desocupados, a los que acusó de gozar de "planes descansar". Viejo prejuicio cacero-gorila, los tales planes se centralizan hoy en la Asignación Por Hijo, la cual cobran los trabajadores en negro, no sólo los desempleados (quienes están inactivos no porque lo quieran. Y no hace falta decirlo). Como para que no queden dudas, Hugo Jorge también se la agarró con el plan conectar igualdad y la entrega de notebooks a los chicos pobres. La parábola de degradación del "Triaca" camionero no tiene fin. Sin embargo, algo de pudor parece conservar. Fue muy impresionante que en un actillo de campaña como el de ayer, el dueño de Covelia (y varias empresas más con mercado cautivo en la masa de afiliados camioneros), llame a votar "contra el gobierno", y no a favor de la lista que integra. El pobre colombiano, que le dio un lugar altísimo en la lista al canillita Plaini (curiosamente un gremialista que ha cometido la herejía de hacerle bloqueos a la planta de distribución de diarios de Clarín y Nación), ni siquiera recibe un hueso de tan incómodo aliado. Un llamado a votar por su lista, un elogio, algo. Y eso que gastador serial de ingentes recursos de propaganda proselitista se encuentra en un mal momento de su trayectoria, amenazado por la aspiradora de votos opáceos en que se convirtió Sergio Tomás Vainillas Capriles. O sea que Él necesita de todo el apoyo posible para luchar contra Ella, y resulta que ÉL (otro) lo ningunea. ¡¡Es una injusticia, Pancho!!. De todos modos, la carrera política del otrora poderoso Hugo Jimmy Hoffha Moyano, parece estar en fin de ciclo apenas comenzada. Para consolarse, podría garpar la membresía del Jockey Club y tomar champú con Jorgito Triaca hijo en su stud. Así lograría pertenecer a esa casta de sindicalistas traidores que tienen tan buena prensa.