ENCUESTA EN THE NATION RECONOCE CHANCES INTACTAS PARA EL CRISTINESTORISMO:

Tras la avalancha mediática de titulares negativos y repetitivos análisis de opinólogos dando por finalizado el ciclo kirchnerista por milésima vez, cualquier lector furiosamente anti-k (y hasta cualquier converso que antes se decía muy K y ahora es un transfuga más) esperaría estar ante una imágen cristinal por el piso. Incluso peor que la de la crisis de la 125. No sucede así. Poliarquía es la encuestadora a la cual le encargan mediciones y muestreos en La Nación. Es considerada por los mitristas como poco menos que infalible (Nota: aunque López Tamble en oktubre 2011, les pasara el trapo con sus números. Habiendo pegado casi con decimales y todo el 54% del FPV, y los muchachos de Perezchodnik en cambio, estuvieron cerca pero a un par de puntos de la exactitud). Hoy podemos leer en el tabloide de Bartolo que Cristina mantiene una imágen positiva del 42% y una regular del 25%, tras una década de gobiernos kirchneristas, y el enorme desgaste que eso supone en un país tan difícil de gobernar como el nuestro. Pillines, los poliarcos aclaran que se trata de números de marzo, y que aún no mensuraron los efectos de las inundaciones en La Plata, el dólar blú a precios estratoféricos, y las bóvedas que revolean las hermanitas Carrió. Cuan conveniente. De todos modos, supongamos que esa triada esmerilante causó más bajas en la imágen positiva de Cristina, es reconocido en todos los encuestadores que los puntos que pierde el oficialismo, no los toma la oposición sino que, por el contrario, también aumentan en imágen negativa sus principales figurines. Incluso baja el candidato "continuista con cambios" Scioli. La excepción parece ser el tigrense Massa, fenómeno político que en breve se develará para que lado rumbea, o si se queda quieto a la espera de su momento en 2015. De cualquier manera la "infalible" Poliarquía al autorizar la publicación de estos números, está avalando que la imágen cristinal (si bien cayendo desde alturas nunca vistas en esta etapa democrática en poderación positiva) se mantiene competitiva como para ponerse la próxima elección al hombro. Y no nos olvidemos que se espera que el segundo y tercer trimestre serán de un perceptible crecimiento económico. Es todo un dato para reactivar el consumo interno, que las paritarias se vayan cerrando con aumentos de sueldos algunos puntos por encima de la inflación, como así también que se actualizara fuertemente la AUH. Los niveles de recaudación se mantienen, se venden autos a niveles records, y los sojeros sin hacer caso a la mesa de engarque van vendiendo sus stocks de granos. La inflación no es el incendio del 30/35% anual que predecían los gurúes (incluso los "indecs" opositores de Santa Fe y Córdoba, la sitúan entre un 15 y un 17%, desacreditando por completo el índice "Patricia Bullrich", quien con esa sonrisa de hiena, insiste en promocionar mes a mes en tapas corporativas). De perogrullo es que nada es color de rosa, y que hay desequilibrios macro a resolver. El empleo no se destruye pero tampoco crece lo suficiente como para atender la demanda proveniente del aumento de población (jóvenes que quieren sumarse año a año al mercado laboral). Como resultado indeseado, aumentó casi un punto el índice de desocupación para subir al 7,9%. A su vez, el sector de la construcción e inmobiliario, precisa que el Cedin funcione y el dólar ilegal se domestique en un nivel realista. Como siempre, si la economía sostiene el consumo y el trabajo sale de su estancamiento, las bobedas de Giorgio y las chacras que denuncie Lilita serán humo de papel de diario.------------ PD: Hablando de eso, dicen que escracharon a Lila en la construcción de una chacra primorosa en un exclusivo club de campo. Se ve que la denuncista fue muy ahorrativa con alguna parte de los fuertes donativos que recibió la CC entre 2008 y 2009 de empresarios nativos y maiamenses. Lo único que falta es que la reserva moral de la Nación se esté haciendo una bóveda refrigerada para guardar costosisimos jamones serranos y manjares republicanos. No se puede creer en nadie.