CONTUNDENTE RESPUESTA DE CRÁNEOS PRRRO A LA DEMANDA DE GESTIÓN:

El habitante de la Ciudad Autómata de Buenos Aires (debería llamarse así tras la respuesta lenta, robótica e ineficiente del "equipo" Pro de emergencia ante la inundación)está dejando de tolerar el marketing amarillo para justificar vacíos gestionarios. Conscientes de ello, usinas de pensamiento y think tanks del mauricismo científico, han comenzado a elaborar con sintonía fina para dar respuesta a la demanda de gestión del ciudadano porteño. Entre los proyectos que ingresan a la Legislatura, se cuenta uno que podría cambiar la matriz del transporte porteño, desalentando para siempre el uso de combustibles fósiles. Más que el uso de combustibles, el uso mismo del automotor. En efecto, la craneoteca macrista ha pergeñado un sistema de estacionamiento rentado masivo, mediante la instalación de miles de parquímetros en todos los barrios porteños. La idea es que florezcan, no mil flores, sino miles de unidades de aparcamiento medido en buena parte de las 24 mil cuadras citadinas. Se prevée que la ficha costará unos diez morlacos/hora, de modo que el ciudadano que no posea cochera, si hace una simple operación numismática, en el transcurso de dos o tres meses habrá gastado en parquímetros el valor de reemplazo de su unidad automotor. Una solución para un aparcador insolvente, sería aprovechar la próxima inundación para internarse contracorriente con su vehículo, de modo de sacrificarlo y luego tramitar el cobro del seguro. Hablando de ello, en avenidas y calles de Saavedra, se exhibe un muestrario de docenas de autos inutilizados por el torrente, a la espera de ser periciados por las aseguradoras. Conocemos a Maurizzio, sabemos de su firmeza para actuar con rigor en todo lo que sea imposición y actualización tarifaria. No dudamos, que esta escena apocalítptica no lo conmoverá, y que no le temblará su pulso de estadista para designar varias calles saavedrinas, como susceptibles de instalar dichos aparatos recaudatorios. De esta manera, los vecinos que mediante créditos en el Banco Sturzenegger, esperan reponer de a poco lo perdido en la creciente, tendrán a su vez la posibilidad de solicitar a esa entidad nuevos empréstitos (estos sí con tasas por encima de la inflación), a fin de abonar su gasto en fichas para aparcar. Y el que no pueda pagar podrá adquirir una bici con un crédito blando del Ciudad, para manejarse con ella a lo largo de los 200 km2 de la CABA. El desaliento al uso y a la tenencia de automotores, será sin dudas una gran contribución de Maurizzio a la lucha contra el calentamiento global. No faltarán las voces críticas que se alzarán ante esta alternativa de progreso. Dirán que en verano, las altas temperaturas desalientan el pedaleo por las estupendas ciclovías de última generación. Pues también para estos criticones a los que nada les viene bien, hay respuesta de los cerebros macristas. Siempre está dando vueltas en períodos legislativos, un proyecto para instalar bares de cien metros cuadrados, en todas las plazas y parques de la ciudad, al costo de disminuir el porcentaje de verde por habitante, pero ganando en cambio confort para el pedalista, gracias al servicio de las futuras camareras Pro. Esta iniciativa obligará en varios espacios verdes, a la tala de algunos pocos cientos de ejemplares arbóreos, a los cuales seguramente el ingeniero Inomata podrá -tras podarlos en verano- trasplantarlos en su mínimo porcentaje sobreviviente, en aquellas veredas donde no haya parquímetros. De modo que no molesten con sus raices a ningún artefacto de estacionamiento medido. Asimismo, funciona a pleno la inspiración casi poética de los innovadores Pro. Es que cercano a estos futuros bares, proyectan instalar bebederos y duchas, y bautizar al conjunto edilicio refrescante despachador de bebidas y minutas, como "CENTROS DE HIDRATACIÓN CONTINÚA". Otro ejemplo del talento amarillo, es una placita muy angostita situada en el medio de Cantilo, casi llegando a General Paz, donde uno de los portadores del chalequito fosforescente en días de lluvia, me refiero al colo Chantilli, mandó a plantar algunas palmeras y árboles y les puso de título "CORREDOR DE BIODIVERSIDAD". Como si dicho décimo de hectárea fuese una suerte de parque nacional de la yunga salteña. Sin dudas, un distinto.