DEBUTA EDITORIALISTA EN CLARIN: GIORGIO SANATO

Como para compensar, la insòlita moyanomania que le agarrò al duopolio clarino mitrista, cuando Hugh Anthony se pintò la cara para ir a la Jihad contra Cristina, el periodismo patronal, siempre tan independiente y objetivo, busca ahora marcarle la cancha.
Sabedor de que la capacidad de daño a la compañera Presidenta por parte de los descarrilados camiones, ha quedado severamente cuestionada, tras disparar el moyanismo dos balas de plata, que resultaron de cebita, Tacuarì corporation busca poner en escena, un policia bueno con Moyano (Boneli), e incorporar a un obeso policia malo.
Este, que darìa el phisic du rol, para reemplazar al Sargento Garcia en una remake del Zorro, no resultò para nada bonachòn con la nueva luminaria opositora.
Por caso, refritò viejos archivos, (mitad verdad, mitad muy vendehumo), y lanzolos en forma de misilazos hacia la cabina del camiòn de Hugo, y hasta la cabina de peaje, del inteligente Facundo.
Leemos del nuevo editorialista magnètico, Giorgio, las siguientes parrafadas:

“A la rubia le encanta la guita” , le dice a Clarín un miembro del entorno del camionero. La Rubia es Liliana Zulet , la tercera esposa del Negro que también se bambolea al compás del palco mientras todos esperan el discurso.
“Ojo que la rubia quiere guita” , le dijo el dirigente camionero Jorge Gallego González a Moyano en los ‘90 antes de ir a una mediación con la empresa Amel, propiedad de Zulet : el sindicato le debía 500.000 dólares y el menemismo le retaceaba los fondos. Zulet cobró, Amel se salvó de la quiebra y Moyano tuvo su tercera esposa , La Rubia, quien para muchos estimula sus fantasías presidenciales. Zulet t iene una condena por estafa de dos años de prisión en suspenso por un fraude al ex Banco Roberts y los trabajadores de su empresa. Se declaró culpable en el juicio iniciado por el banco y unos 30 ex empleados de Amel. Según reveló Perfil en 2006, Zulet administra la empresa Iarai SA, gerenciadora de los sanatorios y geriátricos de la obra social, maneja la constructora de la obra social (Aconra SA), la empresa de seguridad privada Las Marías y el taller de ropa de trabajo Dixei, que provee a sanatorios y hoteles del gremio. Los enfrentamientos entre los Zulet y los Moyano son un secreto a voces desde que Liliana nombró a su hija Valeria Soler como titular de Iarai y a su yerno Cristhian Asorey, en el área de Sistemas de la APE.
Pero el miércoles a la tarde nadie pensaba en las empresas, sino que soñaban el futuro .
El Negro no tiene nada a su nombre. Ni Aconra SA, ni Caminos Protegidos SA, ni Chenyi SA, ni Proyectos Informáticos que brinda el servicio de RUTA y la Fundación para el Transporte, ni la recolectora de residuos Covelia, ni Garlik SA, ni Solares de Beherán, ni Clasificar, ni la Guía Laboral SRL ni Pertenecer SRL.
Tampoco tiene a su nombre un Cessna Citation 550 II en el hangar de San Fernando...".

Moraleja, Hugo Antonio: es obvio que ya no podès volver al cristinestorismo. Tu desafìo a Cristina se duplicò con ofensas desbocadas y totalmente innecesarias. Pero podès competir dentro del movimiento, en internas sin mala fe desestabilizadora. Cuidando lo que se logrò en favor del pais y los trabajadores, en lugar de ocuparnos tanto del recibo de sueldo de Chazarreta, y de esmerilar a la compañera Presidenta.
La nueva estrellita de Tito Mañeto,te dice que no esperes màs amor de la corporation.
Es curioso el caso de Giorgio, tras propalar en gràfica, tv y radio, durante 25 años que Manganeto es: "el mafioso màs hijo de puta, de todos los hijos de puta", fue amnistiado por Tito, y ahora le factura manualidades de copy and paste de notas viejas, con su gancho, posando así de "periodista de investigaciòn", en el mismìsimo house organ ernestino.
Tal vez Hugo esperaba un trato màs amablemente duradero, del Ceo y socio comunicacional del establishment.
Olvidò que los intereses obreros que defendiò con objetivos muy buenos resultados, durante de paritarias K, y en contra de la tercerizaciòn laboral de la patronal, impiden que ese amor florezca.
Por ahora, sòlo floreceràn màs filosos editoriales de Giorgio en La Trompeta.
Y es de esperar que èste haya sido el màs suave.