AVASALLANTE CLIMA POLÍTICO

En un fugaz autoexilio con rumbo a una isla mercosureña -donde se cultiva la vida lenta o estilo caracol ("slowly" para la tilingada), cuyas implicancias abarcan a la conectividad a internet, dado que su morosidad extrema, ya no su lentitud, imposibilitan cualquier posteo- el suscripto debió padecer la "abstinencis blogueris".
Se trata de una enfermedad indolora, que ataca al que desea plasmar, más o menos diariamente en la webósfera, una serie de toscas reflexiones políticas, llamadas tambien "tus pelotudeces" por un amigo anti-k (como todo anti-opositor taliban que se precie, tambien tengo un amigo ultra-opositor).
Pero por fortuna, este síndrome no es muy persistente. Y ello se verifica, cuando dejando resignado la silla, donde por largos minutos, se intentó sin suerte bloguear alguna cosa, uno puede contemplar, no solo la escénica comunidad de foresta, montaña y mar, sino tambien el cansino desplazar de generosidades epidérmicas dignas de atención, portadas por no pocas, turgentes nativas y foráneas.
Y entonces surge solo, el pensamiento: "Ma´ sí!  A la vuelta escribo algo, mirá lo que es esto, loco...".

De todos modos, la brevedad vacacional llega a su fin, y con ello la vuelta a este puerto sometido al "avasallante ritmo del cambio climático", como definiera el verborrágico ministro prrro, Diego Chantilli, al justificar la nueva inmersión de toneladas de mercaderia de comercios, centenares de unidades del parque automotor porteño, y miles de metros cuadrados de viviendas y garages, en la turbiedad de las aguas de la cuenca del Maldonado, en otra inundación de verano.
El chascarrillo del funcionario, puede que no haya amenizado el padecimiento de los porteños damnificados, sino que debe haber suscitado más de una imprecación, insultos y todo tipo de improperios.
Como consuelo macrista, esta vez no hubo que cruzar a vecinos de margen a margen en alguna subacuática avenida palermitana, por medio de gomones provistos por la eficiente (por el absurdo) gestión amarillácea, justamente porque la avasallante tormenta vino de madrugada.
El interrogante sobre como influyen estos episodios en el animus votantis a presidente, del único imitador de Freddy Mercury, que incluye la ingestión de un bigote postizo en su perfomance artística, me llevó a consultar las columnetas de este domingo, en los diarios opo-operadores. 
Se nota un cambio de época, en los cagatintas ernestinos y mitristas, con la  autista excepción de Moraleja Solá, que sigue sosteniendo con un voluntarismo digno de mejor causa, que Cristina "mide igual que antes de morir Nestor", al citar supuestas encuestas "de verdad".
En las composiciones de Blank, en Edu Vander, Paola Juarez (una periodista clarinetista, que saludablemente prescinde de la adjetivación descalificadora y la chicana, al poner enfasis en la información), y hasta en Fernando Labordaline del Palco de Doctrina, comienza a ser asimilada la inexorable postulación de Cristina, la ida a boxes definitiva del orador monosilábico de LLambí Campbell, y la pavorosa comprobación que la oposicion no mueve el amperímetro, como para abrigar esperanzas ballotajeadoras.
"Se van a ir ordenando, peor como estan ahora, no pueden estar", se le escapó al boer Vanderkooy, en una de sus parrafadas, refiriéndose a la caterva opácea.
En otro plano, parece haberse entablado una competencia de prosas barrocas y hasta churriguerescas, entre Susana Viau y Matilde Sanchez.
La cual va siendo ganada por goleada cultural por Matilde, quien hoy se interna en un insólito ángulo de moda "haute couture", para comentar las mutaciones y metamorfosis en la imagen y vestuario de Muamar el Gadafy, hasta llegar a la actual hora de su caida inminente. Y con el enorme bagaje de recursos que exhibe esta periodista-escritora, logra el imposible de hacer de su extravagante nota, una pieza brillante.
Una gema en el barro magnetizado.
Por su parte la ex pe-erretiana, Susi Viau, termina su columneta con una ironia previsible sobre el ex maoista Zannini, tras trajinar párrafos de tufo neoduhaldista, en contra de la juventud cristinestorista, y sobre todo del próximo acto del 11 de marzo, una fecha emblemática si las hay.
El rictus amargo que trasunta la fotografia de la plumífera, puesta en el portal del gran diario ernestino, parece graficar el estado de animo de la cofradia contrera, ante la llegada de marzo, una fecha en la que abrigaban enormes esperanzas en que, el por ellos llamado "efecto duelo", concluyera desplomando la imagen e intención de voto de Cristina.
Y no hay indicios de que ese fenómeno se este produciendo, ni por lejos.
Mientras tanto, en los arrabales de la demencia, el profesoret Mariano Grondona, busca algún tipo de asociación libre psicótica, en el futuro del regimen de Libia y del kirchnerismo.
Deberia juntarse con su colega, el ignoto homúnculo que tambien escribe en la tribuna de letrina, y que firma como Reymundo Roberts, quien suele intentar hacerse el gracioso (sin conseguirlo jamás), y salir ambos de gira por el interior.
Ahora que el parate de los Midachi, les deja un nicho de mercado enorme, a los aprendices de payasos.