EN ESTA NO ESTOY TAN CON VOS, HILERET.

Con vehemencia el gaucho Artemio Sucaryl Lopez, ha estado fumigando a Patán Filmus de la candidatura a Jefe de Gobierno del FPV y aliados.
En su lugar, postula al estatizador previsional Aimé Boudou, un economista con formación dentro de trincheras enemigas, pero que ha evolucionado hasta ser completamente "del palo".
La prueba es su rol de actor principal, como co-ideólogo y co-instrumentador  del proyecto de ley, que aprobado, consiguió arrebatarle al poder concentrado económico, un enorme coto de caza comisional, como lo eran las extintas AF(ano)J(ubilados)P(rivado)S.
Una pieza compuesta de carpo, metacarpo y falanges, introducida intempestivamente y sin vaselina, en las cavidades nunca asoleadas del gran-empresariado. Proctologia que este no olvidará ni perdonará jamás.
Asimismo, un termómetro casi infalible, para evaluar la convicción de un economista que se ha reconvertido, desde su juventud old-liberal al populismo nacanpop, es leer lo que se dice de este en el Palco de Doctrina.
La Nación Mitrina, es y ha sido implacable para con Aimé, al que definen, poco menos que como un súcubo satánico, que doctorado en el CEMA, pasó aviesamente a militar en filas "estatizantes".
Distinto, el caso de Bala Redrado, quien pese al más de un lustro que fungiera en el BCRA en la era K, no recibió nunca en esos años, grandes cuestionamientos, siendo, por supuesto, aclamado como un heroe, cuando perdió las chavetas, y se quedó sin reservas.
Ahora, si bien el suscripto, comparte la empatia para que el cantante y motoquero Boudou, encabece la fórmula, no ve porque no ha de dirimirse ello en una interna con Filmus.
Que gane el más pulenta, y el que pierda que vaya de candidato a vicejefe, de modo de hacer síntesis entre ambas tolderias para potenciar un binomio, ante un panorama que no luce como para tirar manteca al techo.
En efecto, según los propios estudios guarismológicos del cebador de mates edulcorados, el incompetente alcalde Macri, aún seduce misteriosamente a más de un tercio de los porteños. Y lo que es más grave aún, en todas las franjas etarias y en ambos sexos, más que duplica a Aimé.
En tanto que, la existencia de menos de un 20% de indecisos, que arroja el relevamiento Equis Tamble, no resulta ser un número tan alto, como para esperar el milagro de convencer al porcentaje necesario de NS/NC, y lograr la remisión del cáncer amarillo que asola a la Reina del Plata.
Haciendo un poco de historia, recuerdesé que en 2007, con la excusa de que Telerman "traicionó" al conde de Villa Ortuzar, Anibal Ibarré, (especie, nunca comprobada en la realidad, más allá del borocoteo concreto del ex telermanista Hermes Rebot, quien gatilló el voto clave para la destitución de Ibarra, y hoy reviste, premiado, como funcionario prrro), el estratega Alberto Carozo Fernandez, eyectó del pan-peronismo porteño a Teletubi. Obligó a este último, a una alianza contranatura, con nada menos que Lililla, pésima jugada piantavotos que le costó, no figurar ni siquiera en segundo puesto.
Pese a ese desastre, hay que mensurar  que la lista telermanista "pura", obtuvo por sí sola un 10% de los votos, (el entonces ARI, otro 10%, para totalizar los 20 puntos que sacó la opción "Telerman al ayuntamiento").
En tanto que Filmus logró un 24% en primera vuelta, y en desigualísimo trance contra un Macri 2007 (de moda y en auge marketinero, que logró un 46% de los votos), marchóse, Patán, a paso redoblado a perder en  ballotage por 61 puntos a 39.
Haciendo una hipotesis contrafáctica, con Filmus-Telerman o Telerman-Filmus, enfrentando unidos en segunda vuelta, contra el Macri de 2007 y su ola amarilla en pleamar, es estimable que igual, hubieran sido derrotados, pero especulo que por mucho menos, tal vez por un más digno 45 a 35 en primera vuelta, manteníendose esa diferencia de no más de 10 puntos en favor del macrismo, en el segundo round definitorio.
No es lo mismo perder, que ser goleados.
A lo que voy, es que con los números que recepta hoy-por hoy, el maestro Lopez Tamble, gana Macri en ballotage, y es posible que  contra  Boudou.
Pero, si ahuyentamos de mala forma al voto filo-k "progre", en lugar de integrarlos por medio de una interna previa, puede que haya una migración indeseable de algunos pocos pero sensibles puntos, (¿Hacia Lozano?), y no lucirá para nada bien un 60% Macri vs. 40% Boudou, en lugar de un final, que aunque perdidoso, lo sea por una cabeza.
Macri, reteniendo la Ciudad por un ajustado margen ballotageatorio, no tendría oxígeno político como para aventurarse luego en la elección nacional.
A la inversa, reeligiendo por un fuerte porcentaje en Ciudad, lo re-legitimará mediáticamente como candidato del establishment, que lejos de horrorizarse por una candidatura local "testimonial", lo alentará con todo el coro batracio de sus opinólogos y cagatintas, a dar el salto ("para salvar a la República"), y buscar el mítico opo-ballotage contra Cristina.
En suma, mejor internas, que ordenen y potencien al ganador, y que el perdedor tenga su lugarcito para acompañar y sumar, como debe peronísticamente ser.