ARRIBA AL PAIS EL SEGUNDO SEMESTRE ESTANFLACIONARIO DEL AÑO

La llegada a la tierra prometida del segundo semestre amarillento nos muestra un panorama en el cual la confusión está clarísima.

Si se sopesa el atomizado estado del peronismo, la principal fuerza de oposición-de la cual justo hoy se cumple el 42° aniversario del fallecimiento de su líder fundador- pareciera que fueran un grupo de geniales estrategas los operadores políticos de Macri.

Es que se observa un inusitado grado de centrifugado y fragmentación en el derrotado campo que -sumado al aporte de votantes de otras extracciones- obtuviera un 49% de los sufragios en el balotaje de noviembre pasado.

Pues no lo son, no son ningunos cráneos magistrales estos operadores, aunque sí han demostrado mucha astucia y practicidad en el uso del palo y la zanahoria de la chequera oficial, para cooptar gobernadores, intendentes, y hasta un cúmulo impensable de legisladores.

Invotables paquetes legislativos como la ley de rematación del fondo de garantía del Anses, y la aceptación del pliego de un cortesano supremo, de pública y notoria afiliación como jurista del grupo extorsivo Clarín, han sido votados por la gran mayoría de los legisladores de lo que fuera el FPV.

Incluyendo el obediente voto de los que no hace tanto tiempo, se mostraban como fervorosos cristinistas (V.G.:Bossio, Abal Medina, etc.).

El grotesco de la división funcional, lo dieron los seis diputados del Movimiento Evitativo, cuya cúpula ha anudado acuerdos con el vidalismo para manejar planes sociales, a cambio de su aporte al debilitamiento del campo popular.

No le piden tanto a Pérsico y Navarro, pero no sorprendería demasiado que el movimiento social que creciera durante (y gracias) al kirchnerismo, pasara a llamarse Movimiento Antonita, en agradecimiento al padre de esa niña.

En el campo gremial, los capangas del sindicalismo ortodoxo se han llamado a una tregua unilateral, mientras campea un desempleo no como ola, pero tampoco por goteo. Así como se verifica la pérdida de un importante porcentaje del poder de compra de los salarios en las últimas paritarias. 
Tal vez ese quietismo voluntario se explique por cientos de millones de razones abonadas de la deuda con las obras sociales.

En lo que hace al plano mediático y judicial, el 90% de los programas radiales, televisivos, y portales de internet, saturan ad nauseam con una selectiva cruzada anticorrupción K, en la que se ve a los jueces de la servilleta macrista muy activos para llevar a prisión, al cristinal sujeto de su odio.

Se destaca por su brutalidad como siempre el pistolero Bonadío.

Si será de alevoso y parcializado el accionar servilletero, que fue criticado hasta por la mismísima Carrió.

Es que se ha llegado al sin sentido jurídico, en que en dos causas sustanciadas por dos jueces distintos, se ordenan allanamientos respecto del mismo objeto de investigación: Los Sauces S.A.

Dislate fogoneado y alentado por las tapas y zocalería del rencoroso grupo magnético y otros menores. Así como la invalorable colaboración de mediocres políticas a su servicio, que si no hicieran sesgado denuncismo a cambio de buena prensa, pues sencillamente no existirían.

Es el caso de Magoo Stolbizer y su asesora letrada, una fulana Martínez, echada de la IGJ por cometer irregularidades, las que disfrazara de “persecución K contra mi persona”.

Es muy obvio y notorio como este denuncismo unidireccional se hace el otario y rehusa indagar en la banda off-chorra que compone Mauricio y su capitalismo familiar y de amigos. Como Néstor Grindetti, quien acumula cuentas suizas y cuarenta años al servicio lavador del clan Macri.

Si tomáramos en cuenta la funcional y en muchos casos obsecuente división de la dirigencia opositora, el quietismo sindical, más la ofensiva del partido judicial y las oficialistas letanías de la cadena de medios, ello nos inclinaría a pensar que el presidente panameño está pasando por un momento de gran consolidación de su poder.

Nada más inexacto.

El desastroso estado en que ha quedado la macroeconomía por la impericia (y/o codicia) de los Ceos en sus primeros seis meses de gestión, relativiza las objetivas facilidades políticas y mediáticas con que cuenta el amarillismo.

Y describe su futuro electoral inmediato como atado con alambre, a merced de que el mal humor social eclosione a corto o mediano plazo, ante tanta promesa incumplida y deficiente gestión. Lo cual coincidirá, es inevitable, con la suelta de la mano presidencial por parte de muchos de sus hoy tan solícitos aliados.

El segundo semestre se ha iniciado y con él la promesa oficial de una baja sustancial de la inflación. Voluntarismo casi mágico que no parece acompañado por la ola de aumentazos que se verán en los próximos días en rubros tales como subterráneos, telefonía, prepagas, aportes del monotributo, etc.

Ello sumado a la inflación “supermercado”, que no deja de crecer en todo el país, hacen prever que julio, el primer mes del promisoria segunda parte del año, mantendrá un coste de vida mucho más elevado que el menos de 2% mensual, que boquearon los optimistas voceros oficiales.

En lo que hace a la actividad productiva, el frío recesivo es tan crudo como este invierno con escasez de gas.

Los industriales, aún los grandes que apoyaron expresamente a su candidato Macri, comienzan a exteriorizar un creciente descontento por la ineficiencia y nula coordinación de las varias cabezas que manejan la política económica.

Y un dato muy alarmante para el sostenimiento de la castigada industria criolla: hay una ola de importación de artículos que se producen en el país, como no se viera desde las épocas de Joe de Hoz y su continuador el Mingo Cavallo.

El penoso deterioro social en el conurbano, ha derrumbado a menos del treinta y cinco por ciento la imagen de Macri. Aunque todavía no tanto la de “la inútil” (Aníbal F. dixit) Maria Eugenia Vidal.

La plurianunciada lluvia de inversiones, ahora se juega todas sus fichas a un blanqueo que, curiosamente, no obliga a repatriar capitales.

Asimismo se les ha facilitado a garcas extranjeros la compra de tierras argentinas. Lo cual se dispuso por simple decreto, como haría cualquier republiqueta bananera mendicante de fondos.

En lo que hace al dólar, el empresariado exportador sostiene que está atrasado por la inflación acumulada desde la “exitosa” salida del cepo.

Y presiona por un dólar de $17. Claro que de llegare a ese guarismo, las tendencias inflacionarias  se realimentarán aún más.

Por ello en los últimos dos días, Federico Stupiznegger ha quemado cientos de millones de verdes de la reservas, para “disciplinar” la divisa por debajo de los quince pesos, ante la avidez compradora de grandes jugadores.

Pese a ello, cerró a $ 15,34. Otro gran éxito de Fede.

En tal pesadillesco contexto, apareció como un chascarrillo improbable el número que dio a conocer Jonhy Todesca. Según este calculista, el PBI aumentó un 0,5% durante el horripilante primer trimestre del corriente año, en comparación al todavía consumista primer trimestre de 2015.

Justificó tal exageración numerológica Turulesca -en parte en forma creible- con el aumento de las exportaciones de granos retenidos del año anterior, ante la quita de retenciones y mega devaluación.

Pero también lo fundamentó en gran medida en forma falaz, mensurando un inconsistente aumento del consumo estatal en el primer trimestre, en el cual se paralizó casi por completo la obra pública.

Y ya en el colmo, mensuró un fantasioso aumento en el consumo privado.

¡Justo en los meses del verano más flojo desde 2002, al que le siguió un implacable marzo de aumentos que castigó los bolsillos populares!

El segundo semestre ya tiene quien lo mida.

Empero, si van a mentir así estos muchachos macristas del Indec, volvé Lazzie Moreno que te perdonamos.