24 de mayo de 2014
LO QUE FALTABA: AHORA LOS REPUBLICANOS NOS QUIEREN OPERAR A DON ARTURO JAURETCHE
Una gacetilla en Clarín, ese diario de títulos truchos frecuentes, habla del 40º aniversario mañana, de la muerte del filoso populista, Arturo Jauretche. Un hombre de acción y de letras, que tantas páginas memorables escribiera contra el coloniaje mental emanado del pensamiento único sarmientino-mitrista. Loable iniciativa la del desguazado house organ magnético, sino fuera por el pedorro título utilizado: "Usos y abusos de Jauretche". Con el cual se procura instalar que en la dékada kirchnerista se "abusó" del legado del autor de los Profetas del odio. En el colmo de la zoncera, el autor termina con una tilinga frase de este tenor: "...no son muchos los que lograron cultivar el talante de Jauretche, capaz de mantener la confrontación de ideas y el respeto hasta la admiración genuina por el contrincante o el adversario". Esto es, un pueril intento de pasteurizar al implacable polemista Don Arturo (su lema era faconero y bien criollo: "que al salir, salga cortando") como un prócer light del remanido diálogo y el consenso saraso republicano. Un zoncera bien alejada de un nacional, de un forjista-peronista. Jauretche en su tránsito del yrigoyenismo al peronismo, habrá polemizado con más o menos tolerancia con compañeros de la vereda nacional. Habrá criticado con mayor o menor énfasis, cosas del General Perón y de la izquierda nacional. Incluso habrá debatido ardorosamente con el primer desarrollismo. Empero, a la hora de enfrentarse a la contra gorila y antinacional, no hubo jamás medias tintas. No por nada, Don Arturo fue el inventor de neologismos para nada conciliadores (V.G: vendepatria) y revitalizó los términos cipayo y oligarca, con los que acostumbraba a definir a los de la vereda de enfrente, la de las sombras. Por si fuera poco, en 1971 se batió a duelo con todas las de perder, con un militar ministro de Lanusse, Colombo. Si bien ambos duelistas erraron el disparo al cuerpo tras los pasos de rigor, no podría decirse que haya sido por "respeto y admiración genuina hacia el contrincante". Esa fábula dejémosla para un ex peronista en tránsito al liberalismo, como Jota Barbaridad.
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10 comentarios :
Primicia de Clarín y La Nación: "Es falso el manual de zonceras de Jauretche (Lo escribió Aníbal Fernández para profundizar la grieta)".
Causa gracia que lo quieran pasteurizar a Jauretche. Se debe estar riendo socarronamente allá arriba.
Buenísimo, ahora nos quieren traer a ese viejo quilombero (y de los más mejores) como "crema superpasteurizada, descremada, homogeneizada y 0 azúcar, La Barbaridacita".
No hay caso, hay que rendirse ante la modernidad.....
La barbaridacita, no tiene precio cuidado esa crema. Le salió muy cara a Clarín, al pedo, se le cortajeó toda.
Vedepatria, cipayo y oligarga, le decía Jauretche a los gorilas pero cariñosamente y con admiración. Ud. no entiende, Polito. En esas épocas imperaba el amor y la tolerancia. No como ahora, culpa de la yegua que falsifica cartas del Papa.
La crema barbaridacita se echó a perder ya en épocas menemistas, la vendían allá por galerias Pacífico.
muy buen recuerdo de Jauretche, un tipo que se jugó el cuero muchas veces por sus ideas, que son las nuestras.
El cuadragésimo aniversario de la muerte de Jauretche complicaría aún mas a Boudou
si, es más, Capdevila en su juventud leyó un libro de Jauretche y por eso Vudú lo obligó a irse del país.
Actazo en la Plaza, Polito, estuvo impresionante, repleta de jóvenes y de alegría.
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